La teóloga, religiosa benedictina y doctora en medicina Teresa Forcades considera que los responsables de la Iglesia católica deben "reconocer y confrontar con la debida diligencia y coherencia" tres de sus características contrarias al Evangelio: "la connivencia con el poder, la misoginia estructural y el clericalismo".
Forcades, que solicitó una exclaustración hasta agosto de 2018 para dedicarse a la política catalana, acaba de publicar el libro "Los retos del papa Francisco. Movimientos de renovación en la Iglesia actual" (Viena Ed.), en el que describe y opina sobre los retos que tiene que afrontar el Pontífice para conseguir la renovación y modernización de la Iglesia.
"Los retos a los que se enfrenta la Iglesia en el momento actual incluyen, entre otros, la instrumentalización del factor humano en las sociedades democráticas y la persecución religiosa en las no democráticas", afirma en el libro la religiosa, partidaria de una reforma a fondo de las doctrinas de la Iglesia en asuntos como la participación de la mujer, el aborto o la jerarquía eclesial.
RENOVACIÓN ECLESIÁSTICA
"Este libro trata de la necesaria renovación eclesial", afirma Forcades, que denuncia lo que considera "incoherencias graves", "incoherencias internas" e "injusticias". Según la autora, el libro quiere ser un "homenaje" a los que luchan desde dentro de la Iglesia por su reforma. "La crítica interna, en la Iglesia y fuera, no ha sido nunca un ejercicio fácil", reconoce la religiosa, que ahora viste sin hábito.
Según la religiosa benedictina, en 2013 la elección del papa Francisco abrió un período de grandes expectativas en que muchos cristianos confiaban en que habría un cambio de enfoque dentro de la Iglesia católica y que abordaría el "conflicto entre doctrina y experiencia de vida que sufren muchos cristianos en su propia piel". Pero este proceso no parece que vaya a ser “tan rápido como muchos esperaban que fuera", señala.
DESDE ABAJO
Forcades advierte, sin embargo, de que "la renovación de la Iglesia, como la de la sociedad, siempre se ha iniciado por abajo, y en este sentido hoy en día hay muchos movimientos que buscan respuesta en la Iglesia católica sobre cuestiones que los interpelan muy directamente, porque ponen en conflicto su experiencia espiritual y su vida personal".
La relación con el celibato de los curas, la contracepción y el aborto, la ordenación de mujeres, la actitud de la Iglesia hacia los católicos divorciados, su posicionamiento respecto a los católicos homosexuales y la actitud de la institución para con las víctimas de los casos de pederastia que han tenido lugar en escuelas religiosas son algunos de los retos que menciona Forcades.