Dos fincas de la calle Mossèn Juliana, en el barrio de La Sagrera, se están viendo afectadas por una plaga de ratones. Ahora, sus vecinos denuncian una situación que se prolonga desde el verano y que ha provocado que algunos de ellos tengan que dejar sus casas, así como la instalación de trampas y veneno en los pisos invadidos por los roedores.
Los inquilinos de estos dos inmuebles, según Betevé, desconocen la causa de la plaga y ya han comunicado la presencia de ratones a la Agència de Salut Pública de Barcelona, encargada del control de plagas.
Asimismo, los vecinos han contratado a una empresa para inspeccionar los bajos del edificio y esta les ha aconsejado tapar los agujeros de la sala de contadores de agua.
De momento, desde el distrito de Sant Andreu se han fijado tres puntos de control en el alcantarillado de la zona para encontrar el origen de la plaga. En caso de que el foco de roedores se sitúe en la finca se hará cargo la comunidad de propietarios y, si fuera en la vía pública, pondría remedio el Ayuntamiento.
BARCELONA DESDOBLA EFECTIVOS
Recientemente el Ayuntamiento anunció que desdoblaría efectivos desde finales de julio y hasta el próximo mes de noviembre en una 'operación anti-roedores' en la que prevé realizar hasta 15.000 intervenciones.
El pasado 2016, los técnicos de la Agencia de Salud Pública de Barcelona, a cargo del control de plagas, recibieron unas 1.600 quejas vecinales que alertaban de la presencia de ratas de ciudad en las calles y parques de la capital catalana, lo que supuso unas 12.500 intervenciones.
A principios de este agosto ya se habían registrado unas 800 llamadas por lo que la previsión es que el número de intervenciones al finalizar el año alcance las 15.000. Aunque una de las causas de este repunte es precisamente la mayor presencia de técnicos de vigilancia y control en la vía pública.