Apenas media hora de juego fue necesaria para que Ousmane Dembélé, el fichaje estrella del Barça para esta temporada, volviera a romperse. Fue el domingo, en Anoeta, donde la victoria azulgrana (2-4) en el campo de la Real Sociedad se vio enturbiada, al cabo de unas horas, por la recaída del internacional francés. Su lesión muscular, la misma de la que fue operado hace meses, va a privarle de jugar entre tres y cuatro semanas, según los doctores.
Se trata de una nueva ‘rotura fibrilar en el músculo semitendinoso de la pierna izquierda’, la misma que se produjo en Getafe nada más debutar ,en septiembre, y que le costó despedirse de lo que quedaba de 2017. En San Sebastián nadie se dio cuenta del percance, y no ha sido hasta este lunes que los médicos del club han certificado lo que se temían. Parece ser que el joven astro francés notó ciertas molestias musculares al finalizar el encuentro, pero no fue hasta su llegada a la ciudad deportiva de Sant Joan Despí que el mal fario se confirmó.
Lo único bueno de la noticia, siempre según los doctores, es que la nueva rotura fibrilar no tiene relación con la cirugía del bíceps femoral que le practicó hace cuatro meses el especialista finlandés Sakari Orava.
EL NUEVO ‘PUPAS’
Aterrizado en el Camp Nou procedente del Borussia de Dortmund y convertido entonces en el fichaje más caro de la historia del Barça antes del reciente acuerdo culé por Coutinho, Dembélé ha empezado a ganarse el sambenito de ‘pupas’, porque este nuevo parón va a complicar más todavía su precaria adaptación al estilo de juego blaugrana.
Aunque nunca había sufrido una lesión (con recaída) de este calibre, nadie acierta a entender el porqué de la fragilidad muscular del jugador, que a sus apenas 20 años está llamado a ser una gran figura. Algunos apuntan a una cuestión de estrés provocada por las ganas de demostrar que vale lo que se pagó por él (105 millones de euros más 40 en variables), una presión extra que le tensiona hasta el punto de provocar la lesión.
Sean tres o cuatro las semanas que los médicos dan al proceso de recuperación, lo cierto es que la campaña azulgrana del francés está en el aire, ya que cuesta pensar que tendrá tiempo para gozar de regularidad y continuidad en el equipo que dirige Ernesto Valverde.