Si pintar constituye un arte complejo ya de por sí, imagina hacerlo a ciegas. Literalmente. Sin ver. Solo una persona con un talento prodigioso es capaz de hacerlo. Alguien así como Kelly Arrontes, una artista ciega extraordinaria que demuestra que, con fuerza de voluntad, no existen los límites. Este miércoles está finalizando en el Parc Científic de Barcelona (PCB) su mural de 125 metros lineales inspirado en el agua gracias a un concurso que ha ganado.
“Para ella el agua es vida”, ha explicado ONCE. La pintora representa el agua de la forma más abstracta, en sus diferentes "formas físico-químicas", en su estado más puro. Para el proceso utiliza tanto pintura acrílica como resina sintética porque “se adapta a cualquier tipo de superficie, incluidas las paredes de yeso con una previa capa de látex para evitar la excesiva absorción de la pintura”.
Esta técnica "soporta el paso del tiempo con un grado de conservación considerablemente mejor que el óleo o cualquier otro medio pictórico" y añade collage para dar textura y volumen y "ondas con relieve hechas con papel de seda".
La creatividad de Arrontes empezó desde pequeña porque, de hecho, su madre era artista. Según explica ella misma, ya de niña le enseñó a dibujar y a pintar con los ojos cerrados. Su arte no solo es abstracto, ha realizado otros trabajos como retratos increíbles de Penélope Cruz, Leiva, Rossy de Palma o Mónica Naranjo, entre otros.
Es por eso que Arrontes cree que su lenguaje pictórico se corresponde con su visión del mundo y que sus obras son el resultado de esta visión: “escasa, pero es la mía". En este sentido, ha reconocido que su discapacidad visual no supone un obstáculo para sacar de cada personaje lo que ella quiere porque "cuando pinto personas, intento adentrarme en su interior e intento reflejar cómo son por dentro: salvajes, divertidas o soñadoras". Valentía y superación por bandera. Un ejemplo.