La victoria del Barça (2-0) contra el Athletic en cinco claves

El Barça acelera. El equipo de Ernesto Valverde tiene prisa por ganar la Liga. Cuatro días después de eliminar al Chelsea en la Champions, el grupo azulgrana derrotó a un Athletic en horas bajas, mucho más endeble que en los últimos años y debilitado por su último compromiso continental contra el Olympique Marsella. Alcácer y Messi marcaron los dos goles en una primera parte muy meritoria. La segunda fue otra historia. El Barça más voraz dio paso a un conjunto especulativo.

1. Conexión Messi-Dembélé: El crack argentino estuvo muy activo. Su primera parte fue de libro. Participó en el primer gol y marcó el segundo, pero resquebrajó la defensa del Athletic con mucha facilidad. Dembéle, cada día más atrevido, fue su mejor socio. El francés se va entonando, pero todavía le falta confianza en el remate.

2. Laterales profundos: El Barça sometió al Athletic con una presión constante. Tuvo algunos problemas para salir con el balón controlado en las inmediaciones de Ter Stegen que contrastaron con la solvencia del líder cuando cruzó la línea de medios. Sergi Roberto y Jordi Alba se mostraron muy profundo, abriendo el campo y asociándose perfectamente con Dembélé y Coutinho.

3. Ziganda reserva a Aduriz: Hay gestos que delatan a un entrenador. Ziganda prescindió de Aduriz y Williams en el equipo titular del Athletic. Al equipo rojiblanco le faltó pegada, pero también construcción y, sobre todo, orden defensivo. Su primera parte fue horrorosa; la segunda, mucho más digna. El Athletic de Ziganda está a años luz del Athletic de Valverde. Su temporada es muy mediocre.

4. Coutinho cotiza al alza: El futbolista brasileño va a más. Como Démbélé. No tiene el desequilibrio de Neymar ni el control de Iniesta, pero tiene mucha clase y personalidad. En corto se asocia muy bien, ya sea con Alba, con Alcácer o con Messi.

5. Iniesta, aclamado: El centrocampista internacional sustituyó a Dembélé en la segunda parte y, una vez más, fue ovacionado por la afición barcelonista, que pidió su continuidad. Iniesta aportó algunas dosis de elegancia en una segunda parte decadente en la que el Barça optó por dosificar su botín. Después de un primer acto muy productivo, el grupo azulgrana jugó con el freno de mano puesto tras el descanso. También fue aclamado André Gomes.