“Los derroteros autoritarios de Turquía me han impulsado a escribir esta novela”. Así, sin tapujos, ha confesado el escritor turco Orhan Pamuk el origen de su obra La mujer del pelo rojo (Literatura Random House en castellano y Més Llibres en catalán), que ha presentado este martes en rueda prensa en el CCCB. Su novela –que ha sido un éxito de ventas en su país– trata sobre relación paterno-filial y constituye un homenaje a una profesión bien arraigada en Turquía: la de pocero.
“En Oriente Medio el agua escasea y encontrar este bien se convierte en algo primordial para asentarse y para vivir”, ha contado aludiendo también a otra obra suya, El libro negro. “Los pozos son una metáfora del infinito, del quehacer humano: buscas y buscas, pero a veces no encuentras. Sin embargo, cuando sale el agua es como si de repente te hubiese tocado la lotería”, ha añadido en clave filosófica.
Pamuk –elegante, comedido– asentía con la cabeza mientras hablaban los editores. Su traductor le susurraba al oído. Sonreía, seguía asintiendo. Los editores catalanes han comentado que hacía nueve años que no se editaba en este idioma una novela del escritor turco. De hecho, este es el décimo título que publica la joven editorial Més Llibres.
Otro de los aspectos que aborda el Premio Nobel de Literatura en la novela realista es el autoritarismo y la individualidad. Para ejemplificarlo ha recordado la tragedia griega de Sófocles: Edipo rey, en la que el hijo mata al padre y se acaba arrancando los ojos por el sentimiento de culpa.
“Sófocles quería que el lector sintiera goce, y no pena, porque el oráculo de los dioses se había cumplido”, ha especificado el escritor en un inglés muy fluido. En este sentido, sobre su obra ha añadido que “la culpa y el destino están relacionados, uno cumple su destino mientras quiere evitarlo”. Esta idea occidental difiere de la versión sufí de la historia donde es el padre el que mata al hijo sin saberlo. "En ambos casos lloran, pero la sensación es que no son culpables, por que lo hicieron sin querer, lo que acaba legitimando el asesinato".
LA MUJER DE PELO ROJO
"En la gran literatura occidental, especialmente la novelística, la mujer del pelo rojo simboliza, desde Shakespeare a Sylvia Plath, la mujer sin control, la rabia, la furia, la enajenación, la fuerza que no está bajo control, mientras que en Turquía, además de esas características, creen que son mujeres libertinas, de sexo fácil", ha explicado sobre el título de su obra que esta tarde presentará en el CCCB con la periodista Pepa Fernández. “Cuando viajé a Londres y vi a tantas mujeres con el pelo teñido de rojo me sorprendí muchísimo”, ha exclamado a continuación.
HISTORIA QUE VIENE DE LEJOS
Pamuk vio clara la trama de La mujer del pelo rojo hace 25 años, pero la novela se publicó en 2016, poco antes del fallido golpe de estado contra Erdogan y la reacción autoritaria posterior de su gobierno. En este sentido, Pamuk ha señalado que "las buenas novelas y los buenos novelistas son premonitorios, pero son profetas sin saberlo".
Con esta obra, a Pamuk le gustaría que la gente de su país “reflexionara sobre los motivos por los que siguen votando a estos padres autoritarios que aplastan a sus hijos”. Otra metáfora. Es por eso que Pamuk –creyendo que su obra no es de índole política– ha preferido obviar las preguntas relacionadas con los kurdos o las manifestaciones en Estambul.
Sin embargo, sí que ha recordado su creencia y confianza en la Unión Europea que le viene de lejos, incluso antes de ganar el Nobel en 2006. Lo ha hecho a través de la anécdota de un amigo: “Vosotros, los turcos, no os preocupéis”, le decía. “Si España ha podido entrar en la Unión Europea, vosotros también lo lograréis”, ha escenificado riendo. “Por ahora, no ha sucedido”, ha zanjado.