Si te apellidas Ferrari, algo tienes que ver con Italia. Y si no eres italiana ‘davvero’, acabas siéndolo. Aunque sea un poco, aunque sea por amor, o por trabajo. O, como es el caso que nos ocupa, por amor al trabajo. En este caso, el trabajo se llama pádel. Y ella, una barcelonesa nacida en Buenos Aires, acaba de ser contratada por la Federación Italiana de Tenis (FIT) como seleccionadora nacional femenina. Todo un hito.

Ella se llama Marcela Ferrari Castro, y sí, su bisabuelo era italiano. Tiene 37 años –aunque parece una chiquilla- y desde los 5 habita en Barcelona. Fue buena jugadora de tenis hasta que una lesión en la espalda la llevó al banquillo de los entrenadores; luego, descubrió el pádel, cambió raqueta por pala, se hizo jugadora, más tarde preparadora y, ahora, quizás sea la mujer más famosa fuera del rectángulo 20x10. No en vano, entrena a la mejor pareja del mundo de un deporte, el pádel, que en los últimos tiempos ha experimentado un ‘boom’ sencillamente apasionante en Barcelona y alrededores.

La mejor pareja del pádel, la Nº1 del mundo mundial -lo saben los que ‘padelan’-, la forman el argentino Fernando Belasteguín y el brasileño Pablo de Lima, desde 2015. Antes, durante 13 años, Belasteguín (‘Bela’ es 'Dios' para todo palista que se precie) tuvo como pareja a su compatriota Juan Martín Díaz y, en 2016, Bela llegó a la inconcebible cifra de 15 años consecutivos (en total son 16) siendo el ‘number one’ del ranking internacional. Bela (el Messi del pádel) tiene Barcelona como hogar y centro operativo, porque es una de las grandes ciudades del pádel mundial.

Entonces, se pregunta uno, ¿por qué los mejores hombres del pádel decidieron que sea Marcela Ferrari, una mujer, su entrenadora?

“¡Bueno, eso habría que preguntárselo a ellos!”, bromea ella.

Marcela Ferrari ha sido fichada para hacer crecer el pádel italiano / MF



CHICA, TU VALES MUCHO

“En serio: soy de las que piensan que todos, hombres y mujeres, deben jugar unos con otros. No digo competir, digo jugar, o entrenarse”, explica Ferrari, que ha hecho del pádel su vida. “En mi caso, como entrenadora, mi función es aportar visión desde fuera de la pista, dar consejos, táctica, estrategia… Lo ves con ojo clínico y mente fría. Supongo que Bela vio algo en mí, y me pidió que trabajase con él. No es porque sea yo la elegida, pero me parece genial romper los prejuicios y demostrar que una mujer puede entrenar a los mejores jugadores del mundo”.

Bela, por cierto, ha empezado a jugar con el equipo romano Orange en la Seria A del campeonato italiano de pádel, así que, gracias a un calendario asequible, alterna su condición de jugador del RC de Polo en Barcelona con la de jugador de la squadra del Foro Itálico.

Ferrari es una magnífica embajadora del pádel. Primero dedicándose a la formación y difusión de este deporte desde la Federació Catalana de Pàdel; ahora, entregada a los entrenamientos con Bela y Lima, y como directora de la escuela del Star’s Pádel de Cornellà (Barcelona).

Su nuevo cometido va a ser levantar el pádel –femenino, de momento- en Italia. Para eso la han fichado como seleccionadora, de la mano de Andrea Balducci, un italiano enamorado de Barcelona que desde hace diez años se ha convertido en el ‘puente’ hispano-italiano del pádel. “Andrea ha sido fundamental en todo esto. Él trae a muchos italianos a Barcelona para que practiquen pádel, porque aquí es un deporte consolidado y hay una buena infraestructura”, cuenta Marcela. "Él me comentó la posibilidad de ir a Italia y yo no me lo pensé. De hecho, es un orgullo que pensasen en mí para el cargo. Me emocioné”.

Balducci ha creado la marca Padel Barcellona, y cada vez son más los italianos que vienen a Barcelona a practicar gracias a él. “No tan sólo hay profesionales, sino también turistas que quieren conocer Barcelona y a quienes facilitamos la posibilidad de poder jugar a pádel mientras visitan la ciudad”, revela Balducci. “En este sentido, podemos decir que Barcelona está enseñando a jugar pádel a Italia, y España, a toda Europa”.

Se le acumula la faena a Ferrari, de quien dicen que, a pesar de ser imparable trabajadora, se mueve en el mundo del pádel con discreción, siempre dando el consejo justo a los jóvenes que empiezan, implicada al máximo en cada sesión con Bela y Lima, que siguen las pautas de su ‘coach’ Horacio Clementi, que les sigue en todos los torneos.

“Yo voy a todos los que puedo del World Padel Tour. Es una ventaja que sólo haya un torneo del WPT en cada ciudad; no como en tenis, que tienes desperdigados jugadores en varios torneos que se celebran a la vez. Eso facilita la labor de seguimiento”, concede Ferrari, que jugaba hasta hace poco (¿de dónde sacará el tiempo esta madre de una niña?) en el circuito catalán formando pareja con Lucía Sainz, una de las mejores jugadoras del mundo.

Jugadores italianos y franceses que Ferrari prepara en el club Star's Pàdel / MF



JUGANDO CON GRIMALDI

“Andrea me ha contado que, hasta hace bien poco, apenas había cinco pistas de pádel en Italia; era un deporte prácticamente desconocido. En los últimos dos años se han construido 500. Eso da idea del interés y el impulso que Italia ha contraído con el pádel. De alguna manera, es como cuando empezamos en España. Era un deporte semidesconocido y que jugaban cuatro locos”, desgrana Ferrari. “Ahora, el 70% del pádel italiano se concentra en Roma, pero la idea es expandirlo por todo el país. Me apasiona mi deporte y me ilusiona ayudar a que crezca en Italia, que surjan nuevos valores y puedan tener jugadores de primer nivel”.

En los rankings del pádel mundial dominan argentinos y españoles, dentro de una congregación latina en la que, paradójicamente, falta Italia. Ferrari quiere ofrecer su sapiencia para que se una a la fiesta. “Hay mucho trabajo por hacer, pero eso no me preocupa; al contrario, me motiva”, dice. “Espero contribuir a que Italia se convierta en una potencia del pádel mundial. No va a ser de un día para otro, sino a largo plazo. Ya se lo he dicho a los federativos italianos (Luigi Carraro, ejecutivo de la FIT, y Gustavo Spector, seleccionador masculino)”.

Pero hay algo más en toda esta conexión hispano-italiana por el pádel. Algo que va en barco y que une a Barcelona con Italia: los ferris de Grimaldi Lines. La compañía naviera italiana ha incluido el pádel en sus nuevas promociones. Se trata de invitar a sus pasajeros -primordialmente italianos, españoles y franceses- a disfrutar de la posibilidad de jugar a pádel. No en el barco –de momento, aunque todo se verá- sino en la ruta a Cerdeña. Allí, en la isla, se han instalado tres pistas para que los que quieran puedan disfrutar de un ‘clínic’ de la mano de Ferrari. Será la primera vez, aunque Grimaldi espera que se convierta en un clásico en el futuro. De momento, el próximo mes de mayo, quien quiera navegar, descubrir Cerdeña y, además, recibir unas clases de pádel de la mano de Marcela Ferrari, ya sabe lo que tiene que hacer.

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