Los finalistas han sido de alto nivel. “Nivel super Dios". "Hay savia nueva y renovada en la cocina española que ayuda a mantener el nivel de nuestra cocina”, ha comentado el maestro Martín Berasategui, tres estrellas Michelín y presidente de este concurso. A medida que los platos iban pasando por la mesa del jurado, “el nivel ha ido ‘in crescendo’ “, ha asegurado el vicepresidente de la mesa y conocidísimo, Jordi Cruz en el marco de la feria Alimentaria 2018

Los ocho profesionales han preparado un menú de tres platos de un coste ajustado a unos 20 euros. Todos han contado con sus ayudantes habituales y algunos auxiliares de sala. El ganador del premio al mejor cocinero del año, Álvaro Salazar, ha recogido el bono de 6.000 euros con el que se distingue al primer puesto de la competición. El chef del restaurante Argos, situado en el Port de Pollença (Mallorca) solo ha tenido palabras de agradecimiento a los miembros del jurado. Las mismas que su pinche María Lorenzo ha tenido hacia él: “estoy muy orgullosa de trabajar a su lado”.

En segundo lugar ha quedado el chef Asier Alcalde, jefe de cocina del restaurante Laia (Guipúzcoa). Trabajó en Bélgica como jefe de cocina y ganó el Premio Joven Promesa hace diez años. Ha quedado semifinalista y finalista en ediciones pasadas. En esta ocasión, “sólo le han distanciado unas décimas del primer puesto”, según ha comentado el que fue primer ganador del mismo concurso y hoy ha sido miembro del jurado, Jordi Cruz.

El tercer premio de cocinero del año se lo ha llevado Rubén Osorio, actual chef del restaurante Ergo (Burgos), quedó finalista en Madrid y en esta final se ha ganado una distinción que ha costado lágrimas. Neoyorquino de nacimiento que aterrizó en la Rioja, donde hizo su primera incursión en la cocina. Ha pasado por los fogones del majestuoso Castell de Peralada y promete ‘seguir garroteando’.

Pese a que “los salados han estado mejor que los dulces”, según el crítico gastronómico José Carlos Capel, ha habido un premio de más al mejor cocinero de verduras cuyo ganador se ha sorprendido en su mención: el sevillano Antonio Rodríguez, chef del restaurante Ispal, acumula premios por sus tapas y en esta ocasión, uno de los patrocinadores, le ha marcado un detalle.

El conjunto de cocineros que han participado en la VII edición del premio con os miembros del jurado / H.F.



 

ATREVIDOS CONCURSANTES

Francisco Feixas, del restaurante La Borraja (Granada); Antonio Rodríguez Bort, del restaurante Ispal (Sevilla); Asier Alcalde, tercer clasificado en el Premio al Cocinero Revelación en la Madrid Fusión, celebrado en enero de 2018, del restaurante Laia de Hondarribia (Guipúzcoa); Daniel García, del restaurante Aboiz de Garai (Vizcaya); Rubén Osorio, del restaurante Ergo de Miranda de Ebro (Burgos); José David Fernández, del restaurante Pabellón (Madrid); Álvaro Salazar, del restaurante Argos (Mallorca) y Pedro Montolio, del hotel Princess (Barcelona).

Mesa de los miembros del jurado / A.O. 



Los ocho profesionales han preparado un menú de tres platos de un coste ajustado a unos 20 euros. Todos han contado con sus ayudantes habituales y algunos auxiliares de sala.

Uno de los platos de la competición / A.O. 



Todos los participantes han sido “transportistas de felicidad”, según el maestro Berasategui. El nivel gastronómico y culinario de España no deja de competir con la propia excelencia, una referencia a nivel mundial. Martín Berasategui, ocho estrellas Michelín ha hecho entrega del galardón principal y ha destacado el trabajo de sala, haciendo alusión a los camareros, "quienes armonizan el trabajo de cocina y el de atención a los clientes". 

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