Uno de los productos agrícolas más valorados de Centroamérica a nivel mundial es el cacao. Si además se trata en su estado más puro, solo puede competir con los mejores y así se ha ganado el premio al mejor chocolate del mundo en los Chocolate Awards World en 2013 con la variedad Piura Quemazón con un 70% de cacao, primer premio a la edición de hierbaluisa en 2012. y el tercer galardón de oro con el chocolate-cedrón de 2015. Tres oros que se suman a once platas y cuatro bronces, fruto del trabajo de su fundadores, Santiago Peralta y Carla Barbotó y de la calidad de la materia prima, 100% orgánica, libre de soja y gluten. Además de acumular otros premios de reconocimiento mundial.
Sin embargo, la fama no ha sido excusa para bajar la guardia y Peralta, que produce alrededor de 30.000 barritas de chocolate al año en Ecuador, no deja de cuidar al detalle la cadena de producción y embalaje, ofreciendo empleo en el país de origen y una presentación refinada en las tiendas donde está en venta.
El hombre árbol, petroglifo ecuatoriano, es el logo de una marca que desde hace 16 años ha cambiado la historia del chocolate en Ecuador. ‘Pacari' significa “naturaleza” en quechua, nombre elegido para evocar todo lo que representa su chocolate. El hombre árbol aparece en todas sus tabletas de chocolate. Algunos de ellos, con la etiqueta WWF, cuya producción protege el medio natural y el sello europeo de productos ecológicos, distinciones por las que Santiago se enorgullece en la feria Alimentaria de Barcelona en la que ya ha estado presente en cuatro ocasiones.
El cacao ecuatoriano es el tercer producto agropecuario que se exporta, después de la banana y el café, y España es uno de los países europeos donde se puede conseguir en grandes almacenes y en espacios gourmet. .
El cacao de Pacari con rosa andina ganó el premio silver de los Chocolate Awards Américas 2015. Actualmente triunfa en Emiratos y en Catalunya han decidido darle salida en Sant Jordi debido a su envoltorio de rosas. Una manera de acercar el cacao ecuatoriano a una sociedad que “sabe distinguir el cacao fino”, asegura Santiago. En Catalunya por tradición y en Dinamarca como terapia, las plantaciones de cacao Pacari han servido de inspiración para un libro danés contra la depresión por lo que al cacao ecuatoriano no le falta oportunidades para darse a conocer.
EL OTRO ORO MEXICANO
Y unos quilómetros al norte, en México existe la misma tradición chocolatera que Fabiola Palma, de Vanuatu Kakaw, explica a Metrópoli Abierta. El chocolate es el manjar de los dioses y en náhuatl significa ‘agua caliente’. “Así se consumía en la etapa prehispánica: agua caliente, cacao y algunas hierbas”, explica la experta. Vanuato nace en 1964 en México D.F. Quiere posicionarse en el mercado gourmet por la alta calidad de su cacao, cultivado en Tabasco y premiado como el mejor chocolate del mundo en 2016. Vanuatu, quiere decir ‘belleza’ y de lo que sí puede presumir esta marca es de haber casado con finura, inteligencia y gracia, la estética y la cultura mexicana.
Cada variedad de chocolate se envuelve en un papel cuyo estampado representa alguna de las tradiciones mexicanas. El cacao con canela se reconoce por el dibujo de su flor en el embalaje, el chocolate negro por la calavera del Día de Muertos y la flor huichol (propia de los altares de muertos). El chocolate con café, luce un estampado zapoteco en su envoltorio y el almendrado, las mariposas monarca que emigran todos los años desde México hasta los bosques de Canadá.
Fabiola deja claro que “México dio el chocolate al mundo. Los españoles lo introdujeron en Europa y lo mezclaron con leche. Ni suizos, ni belgas, ni franceses. Ellos lo han comercializado antes pero no inventaron nada, solo deshidrataron el cacao para hacerlo más cremoso, menos amargo”, explica Fabiola. Conocedora del producto desde Tabasco, donde están las plantaciones de cacao Vanuatu hasta su presentación final en el mercado alemán, canadiense, francés y español, donde esperan negociar con espacios VIP para introducir sus onzas de este tesoro tan preciado. Para ello, aprovechan su presencia en la Alimentaria, que por segunda vez, les brinda la ocasión de conocer en el primer día a más de un interesado.
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