El amor no está en el aire. A partir de este 20 de abril, el amor está en la Casa Batlló. El emblemático edificio de Antoni Gaudí se suma a la celebración de Sant Jordi vistiendo sus balcones –por tercera vez consecutiva– de rosas y dando a conocer una exposición sobre el amor, Inject Love.

A partir del 20 de abril y hasta el 12 de mayo, el visitante podrá disfrutar de esta muestra con 23 obras distribuidas en las distintas estancias de la Casa durante su recorrido. Según el comisario, Josep María Civit, "esta exposición permite explorar metafóricamente el amor, tanto por lo que representa la obra en sí misma como por el diálogo que se genera entre las distintas instalaciones y su ubicación".

Las distintas fotografías, esculturas e instalaciones que conforman la muestra invitan al debate sobre el amor en clave sarcástica, sin olvidar esa sensación que nos produce la idea de amor romántico. En este sentido, la pareja artística belga Brusse y Hanse Core –autores de la exposición– proponen ideas creativas y alternativas para variar las típicas demostraciones de amor. Para que seamos un poco más originales, vaya.

UNA LEYENDA QUE SE REPRESENTA TODO EL AÑO

Los que no podamos costear el precio de la entrada a la Casa Batlló nos conformaremos con deleitar a nuestros ojos con la increíble fachada llena de rosas rojas y recodar la leyenda de Sant Jordi, que sirvió de inspiración a Gaudí. Quizá no lo sepas, pero en esta obra arquitectónica –declarada Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO en 2005– Gaudí representó la historia del caballero, el dragón y la princesa. Al completo: desde el tejado hasta la puerta de acceso.

Una de las piezas de la exposición 'Inject love' en la Casa Batlló de Barcelona



En la azotea, las tejas de cerámica simulan las escamas del dragón donde hay clavada una cruz de cuatro brazos que evoca la espada del caballero Sant Jordi. En el desván, se encuentra la sala principal que representa la caja torácica del animal. En la fachada, a la altura del último piso, se puede contemplar un balcón en forma de flor: es el de la princesa. Y justo debajo se sitúan los balcones con forma de calavera que representan los restos mortales de las víctimas del dragón.

La Joya de Gaudí recibe cada año un millón de visitas, la mayoría son turistas. Se ha convertido en un referente internacional y, estos días, con más motivo. ¡Ay! La ciudad se ha puesto romántica... ¡y eso que aún no ha llegado Sant Jordi!

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