Recuperar la memoria histórica no es solo desenterrar los viejos fantasmas de la Segunda República, de la Guerra Civil y del franquismo. También se puede reconstruir el recuerdo a partir de las vivencias populares de los barrios. Esto es exactamente lo que se está haciendo en ocho barrios de la ciudad: recordar esa historia reciente, documentarla y vestirla con las aportaciones de sus propios protagonistas a través de 30 proyectos diferentes. Todos esos trabajos, que disponen de un presupuesto de 900.000 euros inyectados desde el Pla de Barris, convergerán el primer trimestre del próximo año en una bienal sin precedentes que se organizará en el Born Centre Cultural.

El comisionado de Programas de Memoria del Ayuntamiento de Barcelona, Ricard Vinyes, ha destacado que el trabajo que se está haciendo en los ocho barrios permitirá que tengan un merecido reconocimiento público “todas las personas y entidades que de alguna forma han 'autoconstruido' sus barrios, creando pequeños espacios culturares o reivindicando equipamientos”. Porque todos los vecinos “han sido importantes” porque han participado en el nacimiento de los barrios, “formando parte de la historia”, ha defendido Vinyes.

De alguna forma, los proyectos están trabajando “la memoria viva espontánea”, ha precisado el comisionado de Programas de Memoria, respondiendo a las preguntas “sobre la propia identidad de los barrios”, que mayoritariamente empezaron a tomar forma partir de la llegada de emigrantes del resto de España entre las décadas de los 50 y los 70 del siglo XX. Cuando todos estos proyectos individuales convergan en la bienal “la podrá ver cómo se ha ido construyendo”

DE TEMPLO SEPARATISTA A AGORA PLURAL

El hecho de que el colofón a los programas de memoria de los ocho barrios se lleve a cabo en el Born no es causal ni una coincidencia. También tiene un marcado significado político. El primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona, Gerardo Pisarello, lo ha dejado meridianamente claro, por si es que había algún tipo de dudas: “El anterior gobierno municipal de CiU hizo del Born un templo de una visión muy reduccionista de la ciudad (el separatismo)”. Por contra, Pisarello ha defendido que el centro cultural debe convertirse “en un ágora plural donde estén presentes las memorias de todas las 'Barcelonas' que hay en Barcelona, porque Barcelona tiene muchas memorias plurales” y no solo la independentista.

Ricard Vinyes ha destacado que loo diferentes proyectos que se integrarán en la bienal del Born comparten unos mismos ideales: “redescubrir, construir y consolidar las imagenes del pasado y después transmitirlas”. Los proyectos de recuperación de memoria popular incluyen todo tipo de formatos: libros, fotografías (que en algunos barrios están siendo aportadas por los propios vecinos y se están digitalizando), exposiciones, performances, diálogos y conversaciones... “Se trata de que los vecinos conviertan su experiencia en patrimonio común, y que se sitúe en el centro de la ciudad”, ha subrayado el comisionado. La idea es que las bienal se sigan celebrando de forma periódica.

Entre las propuestas que se están desarrollando en los ochos barris destaca la recogida de fotos y el documental “ A les vostres mans”, donde 12 vecinos Sant Genís dels Agudells y la Teixonera explicarán como construyeron sus casas o una performance con más de una cincuentena de Seat 600 que revivirán la vida familiar de los años 60 en el barrio de La Marina del Port, un álbum de cromos y un juego de memory en La Verneda i La Pau  o la apertura de un centro de interpretación en la Cases Barates del Bon Pastor, prevista para noviembre de este año. Vinyes ha destacado que el museo de las Cases Barates “es un proyecto sin precedentes porque se patrimonializar un espacio para explicar que la vivienda forma parte del discurso de la ciudad.

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