La Gavina, de merendero a restaurante

Los orígenes del Restaurant La Gavina se remontan muchos años atrás, concretamente a 1930, cuando la familia de restauradores Ferrer – Espí abren el merendero 'Costa Azul'. Estaba situado en una zona privilegiada de Barcelona, en la Barceloneta, donde a los restaurantes se les llamaban coloquialmente merenderos.

Antiguamente, los pescadores tenían pequeños cobertizos en frente del mar donde guardaban su barca, desde los que vieron que por el paseo de la playa había mucha afluencia de barceloneses. Para abastecerlos, empezaron vendiendo algunas bebidas para merendar y, alguno de ellos, mejillones al vapor y sardinas a la plancha. Esta tendencia fue la que les propició con el tiempo el apodo de merenderos. Años más tarde acabaron siendo restaurantes donde se podían degustar las mejores paellas y los mejores pescados de Barcelona.

Conxita Espí, junto a su marido Juan, dirigieron el restaurante durante 30 años. Tomaron el relevo su hija María Luisa Espí y su marido Agustín Ferrer hasta 1989, cuando todos los restaurantes de la zona fueron derribados por la ley de costas, causando una gran conmoción en el barrio y en la ciudad.

Dado el cariño que tiene esta familia por el barrio de la Barceloneta, buscaron una nueva ubicación en el propio barrio, y la encontraron en los antiguos Almacenes Generales de Comercio, actualmente Palau de Mar, construidos en 1881. En 1992, Espí, Ferrer, su hija María Ferrer y el marido de ésta, Ramon Seoane, inauguran el nuevo restaurante La Gavina.

Desde hace varios años, el restaurante cuenta con la ayuda de la cuarta generación de  esta familia de restauradores. Agustín Seoane, Albert Seoane y Laia Seoane crearon además un segundo local, L’Arròs, en pleno paseo Joan de Borbò, con aires renovados y dedicado principalmente a los arroces. La ambientación de este segundo restaurante quiere homenajear a los antiguos y cariñosamente recordados merenderos de la Barceloneta.

Ahora, La Gavina ha celebrado los 25 años consolidado como un referente de la cocina mediterránea y marinera para todos los barceloneses. Un restaurante de Barcelona, regentado por herencia y saber, como un reducto propio y con sello que habla de la evolución de un barrio y una ciudad.

Plaça Pau Vila, 1