Los problemas en los accesos al circuito de Montmeló durante el Gran Premio de España de Fórmula 1 que se celebra este fin de semana han quedado patentes desde la primera jornada, curiosamente la que menos público acoge. Los sufridos aficionados han tenido que soportar colas de hasta 40 minutos para acceder al recinto.
El principal motivo hay que buscarlo en el conflicto generado por el contrato de los vigilantes de seguridad. Muchos de los encargados de realizar los registros en las puertas de entrada no han recibido ninguna preparación para ello. Su presencia entre los responsables de la seguridad se debe, según aseguran los responsables de las empresas adjudicatarias del contrato, a la paupérrima paga que reciben las personas encargadas de realizar los registros, que apenas cobran 5 euros la hora.
Eso significa que muchos profesionales renuncian a cubrir esos puestos, según refleja Crónica Global, por lo que tienen que rellenar los huecos con personal no cualificado, lo que implica que se produzcan enormes retrasos a la hora de realizar los registros.
Desde la propia dirección del circuito, que comanda Joan Fontseré, asumen que se pueden producir ciertos desajustes que afecten a la rapidez en los accesos al ir circuito.
Hay que tener en cuenta que el día de la carrera las aglomeraciones en las entradas suelen ser enormes ya que es muchísima la gente que quiere acceder al recinto en muy poco tiempo. Y aunque se recomiende llegar con tiempo suficiente, siempre hay razones (los enormes atascos que se producen en las vías de acceso, retrasos en los transportes públicos, pequeños accidentes, etc) que afectan al cumplimiento del horario previsto por los espectadores.
Si a todo esto se une que en los accesos se producen más retenciones de las previstas, el caos puede ser importante, aunque desde la dirección del circuito aseguran que los problemas no pasarán a mayores el día de la carrera.