Cuatro terrazas donde disfrutar de una primavera gourmet
Te proponemos estas cuatro direcciones de Barcelona donde comerás bien y estarás a gusto al aire libre
19 mayo, 2018 09:35Noticias relacionadas
Se ha abierto la ventana más esperada del año: esa que tiene forma de terraza, esa en la que poder comer algo porque ha llegado el sol con sus caricias. Aprovéchala ahora que ha acabado el gélido invierno y antes de que llegue el calor que derrite hasta las farolas. Te proponemos estas cuatro direcciones de Barcelona donde hacerlo: comerás bien y estarás a gusto. ¡Ñam!
Ají
Si Ají tiene atractivo por sí mismo, ya que es uno de los mejores restaurantes de cocina nikkei de Barcelona, su tranquila terraza remata el encanto. Es tranquila pero también elegante: listones de madera a modo de techo y, bajo tus pies, vidrio en buena parte del suelo, lo que permite ver el agua del estanque sobre el que está instalado este acogedor espacio. Ah, y, de noche, resulta casi mágica porque tiene unas pequeñas fuentes que recuerdan a las de Montjuïc, pues se mueven y cambian de color al ritmo de la música. Parece mentira que sea un remanso de paz justo en una zona tan marchosa como la del Port Olímpic. Un buen lugar para hincar el diente a los nigiri, maki y sushimi de la carta, y al ceviche, y al anticucho...
1881 per Sagardi
Para vistas casi 360º, ambiente buenrollista y buena comida, la terraza de 1881 per Sagardi. Su oferta es de lo más completa, ya que además de su cocina mediterránea con excelente producto (muchos platos pasan por una parrilla enorme), puedes disfrutar de un cóctel a media tarde y de la música que pincha un disc jockey de viernes a domingo a partir de las cuatro de la tarde. Allí no solo comerás primero, segundo y postre, sino también tapear y tomar una cerveza, un café o un gintónic mientras divisas todo el Port Vell, Montjuïc y la Barceloneta. Ah, y en mediodías laborables sirven menús, aunque deberás sentarte dentro y en ese caso apenas disfrutarás de las vistas.
Dos Torres
Si te pones en plan señorial y quieres impresionar a tu(s) acompañante(s), puedes acudir a la zona alta y sentarte en la terraza-jardín de Dos Torres. Lo que fue una mansión levantada en 1908 y catalogada como patrimonio histórico de la ciudad, que luego se convirtió en colegio de monjas y bar musical, es ahora un restaurante que sirve cocina mediterránea con algún toque moderno e internacional. Mientras hueles a jazmín y diriges la mirada indefectiblemente a la impresionante fachada modernista y al torreón de la entrada, que hace las veces de sala privada, puedes disfrutar de buenos platos como los mejillones al vapor con leche de coco, el pulpo en tempura con escabeche de ceps y parmentier, el canelón de aguacate...
L'Òstia
Proponer una terraza en la Barceloneta puede poner los pelos de punta a cualquier barcelonés, que se imaginará sentado en una mesa rodeado de guiris y domingueros, incluso entre semana. Y comiendo malo, feo y caro. Un momento. Se puede disfrutar de cierta tranquilidad en el barrio marinero y jalar bueno, bonito y relativamente barato en L'Òstia, en una plaza presidida por una iglesia que está junto al hiperactivo paseo Joan de Borbó. Allí podrás zampar tapas honestas (no fríen los calamares con aceite usado una decena de veces antes), servicio atento y producto de calidad en un enclave que podría ser la plaza de cualquier pueblo. Para comer, te proponemos una bomba que es la bomba, unas sardinas a la plancha para derretirse de gusto y una ensaladilla rusa que quita el sentido.