Hay un anuncio en la radio en el que el locutor se dirige a los camareros para pedirles que se lo pongan fácil a los solteros que en las citas no quieren quedar mal cuando piden un vino con el ritual de catarlo y dar el visto bueno. Aunque no es el objetivo, el restaurante Sofia Be So de Barcelona parece haberse inspirado en dicha publicidad para crear su nueva carta de vinos.
Y es que este restaurante, ubicado dentro del Hotel Sofia de la capital catalana, ha renovado su oferta gastronómica y como mayor singularidad ofrece la posibilidad de seleccionar el vino en función del aroma que sugieren.
La rompedora iniciativa se basa en los olores como hilo conductor del maridaje, pues cada plato cuenta con su propio maridaje para el que ofrecen siete aromas diferentes, divididos en siete ánforas, para que el cliente eliga el que más le guste.
Según la selección, el sommelier del restaurante, el francés Nicolas Roché, propone una serie de caldos que responden a esas características olfativas para acompañar cada uno de los platos.
Toda la carta está diseñada con los aromas como hilo conductor. Así, se ofrecen dos sugerencias, una con aperitivos y cinco platos y otra con siete platos. Hasta las infusiones y tés se eligen a través de los olores de las hierbas con las que están hechos.
En la nueva carta de temporada estival, el chef ejecutivo Iván Cruz propone "un juego de sabores frescos y aromas cítricos, ingredientes de temporada y productos locales". Para potenciar el sabor de cada plato, Sofía Be So incorpora técnicas de marinado combinadas, en algunas de las propuestas, con el aroma ahumado gracias a la utilización del horno Josper, que utiliza el carbón natural a alta temperatura.