En pediatría sabemos que en primavera-verano lo que toca es que disminuyan los cuadros respiratorios y aumenten las “cosas cutáneas”: infecciosas, picaduras, alergias, reacciones solares…

Hoy hablaremos de la llamada 5ª Enfermedad.



El Megaloeritema o Eritema Infeccioso es una enfermedad infecciosa benigna causada por el virus Parvovirus B19. También se llama V Enfermedad, ya que en el siglo XIX se asignaban números romanos a los exantemas más frecuentes de los niños.

La enfermedad se cura por si sola sin más problemas para los niños, pero es necesario diagnosticarla, ya que este virus puede ser peligroso para embarazadas, pacientes con cáncer, con anemia crónica e inmunodeprimidos.



SÍNTOMAS

El síntoma característico que nos da el diagnóstico es una erupción cutánea en mejillas, de color rojo intenso (que les da aspecto de abofeteadas), y posteriormente se extiende de forma descendente a tronco, brazos y piernas. En el resto de cuerpo la erupción es más rosada, tenue. No suele afectar a palmas y plantas. La erupción suele durar unos días pero puede reaparecer o intensificarse con el ejercicio, el calor, el frío... hasta durante 4 semanas. En general la erupción no molesta.

Previamente a la aparición de la erupción se manifiestan síntomas catarrales leves, algo de fiebre o dolor de cabeza. 

Algunos pacientes adolescentes y adultos pueden tener también dolor articular y anemia.



DIAGNÓSTICO

Para el diagnóstico no son necesarias pruebas complementarias salvo en casos puntuales, ya que suele ser sencillo cuando aparece la erupción.



TRATAMIENTO

No hace falta tratamiento específico. Únicamente antitérmicos si aparece fiebre o analgésicos en caso de dolor articular.



CONTAGIO

Es una enfermedad contagiosa (hasta el 50% de los contactos se infectan) por lo que a menudo aparece en brotes en colegios o guarderías (y a menudo los pacientes ya acuden con la circular del colegio, facilitando más el diagnóstico). El contagio se produce durante el periodo de incubación (que puede durar de 4 a 28 días) y durante la fase de catarro, por el contacto con secreciones respiratorias y saliva, al toser o estornudar. Sin embargo, cuando se diagnostica, que es cuando aparece la erupción en las mejillas, el paciente ya no es contagioso, por lo que el niño puede hacer vida normal y acudir al colegio o guardería si se encuentra bien.

Una vez se ha pasado la enfermedad, el paciente se hace inmune, y no debería volver a pasarla.

 

 *Dra. Núria Pericas, especialista en Pediatría, de Clínica Diagonal

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