El Espanyol ha logrado este sábado un buen punto en Balaídos en sudebut liguero ante el Celta, un partido que refrendó las buenas sensaciones del verano perico a nivel de resultado, aunque no tanto de juego. Justo empate en un duelo equilibrado.
Hermoso avanzó a los pericos con un golazo y el Celta empató gracias a un tanto en propia puerta de David López.
Rubi apostó prácticamente por el mismo once que alineó en el último amistoso en tierras alemanas, con la novedad de la pareja en el eje de centrales, formada este sábado por David López y Hermoso.
La puesta en escena del Celta fue la prometida por otro nuevo en el banquillo, Antonio Mohamed: control de la pelota en la zona de creación, posesión, juego vertical con cambios de orientació y línea de presión en campo rival.
Fueron veinte minutos vertiginosos del Celta, que se desinfló poco a poco, con menos ritmo y menos presión. El Espanyol encontró entonces líneas de pase. Se sintió menos cercado para poder combinar en la zona central. Y se estiró: lanzó tres veces a portería en apenas tres minutos, con tiros de Baptistao, Darder y Piatti.
El Espanyol, sólido en defensa, mostró más pegada: avisó con un mano a mano de Borja Iglesias en el área ante el portero Sergio, tras un buen pase de Darder, y cerró la primera parte con el golazo de Hermoso, que remató un córner después de un fallo de marcaje de Júnior Alonso.
El partido se abrió con el empate. Cuando el Espanyol combinó varios pases para avanzar metros, creó peligro, tal y como probó Borja Iglesias -silbado en Balaídos- con un potente disparo.
El Espanyol, con un reparto más igualado de la posesión de la pelota, se animó cerca del final, con un gran disparo de Sergio García que sacó Sergio y un remate alto de Puado; dos oportunidades que, junto a un tiro de falta de Maxi Gómez, cerraron un partido con reparto de puntos en el debut de dos nuevos proyectos: el de Mohamed y el de Rubi, que apuesta por el regreso del equipo blanquiazul a lo más alto tras su gran temporada en el Huesca.