El pasado 10 de agosto, el FCBarcelona anunciaba a bombo y platillo el nuevo cuarteto de capitanes del equipo tras la marcha de Mascherano e Iniesta, el primero en enero y el segundo en junio. Leo Messi pasaba a ser primer capitán, Sergio Busquets era el segundo, mientras que Gerard Piqué se convertía en el tercer capitán y Sergi Roberto era nombrado cuarto. Un cuarteto de capitanes de la casa que además habían sido escogidos por votación unánime por toda la plantilla, según explicó el propio club.

Pues bien, llega la hora de hacer alguna matización a la explicación oficial que dio el club. Es cierto que hubo una votación para escoger capitanes, pero únicamente en el caso del cuarto capitán. El resto de capitanías ya estaban elegidas y decididas desde un principio. En el caso de Messi y Sergio Busquets no había ninguna duda al respecto, pero sí en el de Piqué, ya que muchos creyeron que había sido escogido por votación a tenor por la información que había facilitado la entidad blaugrana.

Lo cierto es que el central catalán no necesitó ningún voto porque la temporada pasada, tras la marcha de Mascherano, ya ejerció oficiosamente como cuarto capitán al ser uno de los jugadores más veteranos y con más galones de la plantilla.

LOS ASPIRANTES

Cuando llegó el día de las votaciones, el pasado 10 de agosto el vestuario solo tuvo que escoger entre tres candidatos que se presentaron para la cuarta capitanía. Ter Stegen, Jordi Alba y Sergi Roberto eran los hombres que presentaron su candidatura. Sorprende la ausencia de Ivan Rakitic, pero parece que el croata no quiso participar, consciente que podría acabar el verano marchándose al PSG.

El caso de Piqué y su lucha enconada por ser reconocido como capitán es ciertamente curioso y hasta novelesco. En verano de 2015, Xavi Hernández abandonaba el club y dejaba libre una plaza para el brazalete que recogía Andrés Iniesta. Messi y Sergio Busquets serían segundo y tercer capitán, por lo que la cuarta plaza quedaba libre. Se presentaron Javier Mascherano y Gerard Piqué como candidatos, pero el argentino ganó la votación por mayoría aplastante.

UN VOTO, EL SUYO

Malas lenguas llegaron a asegurar que el central catalán solo recibió un voto y que además era el suyo. Sea o no cierta esta leyenda que circula en el vestuario, la realidad es que Piqué volvió a quedarse a las puertas de la capitanía una vez más. Y es que la primera vez que intentó coger el brazalete fue tras la marcha de Carles Puyol en verano de 2014, pero en aquella ocasión fue Sergio Busquets quien le ganó claramente la partida.

Así pues, a la tercera fue la vencida, pero sin necesidad de presentarse a una nueva votación sino que fue elegido de forma automática por sus compañeros. Ahora que Piqué ya ha conseguido uno de los grandes objetivos de su carrera -el siguiente a largo plazo apunta al sillón presidencial del FC Barcelona- haría bien en recordar que un capitán no solo ha de ejercer como espejo para la gente sino también para el resto de compañeros, tanto dentro como fuera de los terrenos de juego. A buen entendedor…

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