Parecía que ya había quedado muy lejos la época en la que el entrenador Louis van Gaal reclamaba al presidente Josep Lluís Núñez que contratara a un profesional del sector del espionaje para hacer un barrido en el vestuario local del Camp Nou, en busca de micrófonos ocultos. El motivo que sirvió de espoleta para el técnico holandés es que algunos medios habían publicado palabras textuales de una bronca que dio en el seno del vestuario. Núñez aprobó la contratación de un especialista que se paseó durante una jornada entera por el vestuario blaugrana en busca de micrófonos. Ni qué decir tiene que el resultado fue del todo infructuoso. Van Gaal ya no insistió más, pese a que las filtraciones siguieron a lo largo de la temporada.
En el club siempre ha sido un quebradero de cabeza el tema de los topos. Luis Enrique fue quien más persiguió estas vías de escape de información, como futbolista y como entrenador. Acompañado por Luis Figo, crearon una auténtica cruzada en busca de posibles filtraciones, llegando a tener al actual técnico del Manchester United, Jose Mourinho, en el punto de mira. El entonces tercer ayudante de Van Gaal siempre lo negó, aunque no pudo evitar la etiqueta de filtrador por su compadreo con más de un periodista.
SECRETOS DE VESTUARIO
Josep Guardiola también se desvivió para encontrar quién desvelaba los secretos de vestuario, pero en su caso desistió bien pronto, consciente de que se trataba de un tema que le traería más problemas que soluciones.
Hasta ahora, como vemos, era el entrenador quien ponía los cinco sentidos en busca del topo o los topos del vestuario. Van Gaal, Luis Enrique y Pep Guardiola han sido los que lo han buscado con más fervor, con resultados más que frustrantes en todos los sentidos. De ahí que el actual técnico, Ernesto Valverde, haya tomado buena nota de sus predecesores y no le haya dedicado ni un segundo a este asunto.
CRUZADA PERSONAL Y VITAL
Pero eso no quiere decir que en el club no haya gente que considere este tema como una cruzada personal y vital. Tanto es así que hace pocas semanas se requisó los móviles de todos los empleados del club con la excusa de que se había instalado un virus informático en el sistema y que tenían que limpiar todos los aparatos. La sospecha que apareció rápidamente entre los afectados es que se trataba de una auténtica ‘caza de brujas’ en busca del topo o los topos del club. El resultado de semejante operación fue una vez más infructuoso. Eso sí, algunos recibieron como compensación un nuevo móvil.
Está claro que el departamento de comunicación del club haría bien en focalizar mejor sus objetivos y no utilizar sus recursos en este tipo de tareas tan poco gratificantes. Y es que no es normal que en esta área donde la información, lamentablemente a veces, deja mucho que desear se dediquen sus esfuerzos a este tipo de menesteres y no en abordar los serios problemas que tienen de dirección. Y si no que se lo pregunten a los más de cinco responsables de comunicación que han desfilado por el club en el último lustro, prácticamente una media de uno diferente cada año.