Tapas en Gràcia. Suena bien. El restaurante Marcelino ofrece una cocina renovada a base de tapas elaboradas y clásicas utilizando productos de proximidad, construyendo –como ellos mismos definen- una auténtica “cocina de barrio”.

El espacio se ha reinventado. Tras estar en obras, ha sufrido una gran remodelación. El menú clásico y las paredes de madera, en un ambiente rústico, han dado paso a una cocina de vanguardia que, eso sí, conserva reminiscencias de sus orígenes.

Local remodelado de Marcelino 1968



Lo encontrarás en la plaza del Sol número 2 de Gràcia. Los hijos de los propietarios de la mítica Taberna Marcelino, abierta en 1968, han vuelto a los orígenes del negocio familiar y lo han querido dejar claro en el nombre. El llamado ahora Marcelino 1968 abrió sus puertas en febrero en formato de bar-restaurante.

Su propuesta incluye, además de tapas, una cuidada propuesta de vinos. Cocina y bar están abiertos todo el día, todos los días del año. Para evidenciar la nueva oferta, está disponible en carta este aguacate relleno de yema de huevo semi cuajado con fondo de crema de cherry y crujiente de jamón ibérico. Un plato, una tapa sana y nada aburrida, una muestra de cocina local e internacional.

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