La CUP, la única formación política en el Ayuntamiento de Barcelona que votó contra la reforma del Camp Nou, intensifica ahora su oposición al proyecto del club que preside Josep María Bartomeu. La formación radical ha presentado un recurso contencioso-administrativo en el que pide al juez que paralice el proyecto 'Espai Barça', que incluye la remodelación del estadio y la reurbanización de todo el entorno.
La CUP, según informa EFE, quiere paralizar el proyecto para abrir "un espacio de debate en torno a esta obra faraónica que tiene previsto llevar a cabo el Fútbol Club Barcelona". Este miércoles, los antisistema informarán de los detalles de la presentación del contencioso judicial en una rueda de prensa.
El pasado 12 de abril, el ayuntamiento gobernado por Ada Colau y el FC Barcelona alcanzaron un acuerdo, que calificaron de "histórico", para reordenar todo el entorno de las instalaciones del club, un proyecto que tiene previsto comenzar en el verano de 2019 y que permitirá "abrir a los vecinos" el Camp Nou, y que no tendrá coste para el consistorio. La comisión de gobierno de la ciudad dio luz verde a este nuevo planteamiento urbanístico, cuyas obras deberían durar cuatro años.
ELIMINACIÓN DE BARRERAS
El proyecto prevé que las instalaciones deportivas dejen de ser "una barrera urbana" y generará "un nuevo espacio de uso ciudadano", y además el Barça asumirá la mejora de la ordenación y la urbanización de las calles Arístides Maillol y de la Maternitat. El proyecto prevé soterrar todo el aparcamiento y crear otro de autocares, integrado en las instalaciones.
El club asumirá todos los costes derivados de las obras de urbanización de las calles, los nuevos espacios libres de carácter público y los nuevos espacios de uso público del recinto, que tendrán un coste total de más de 125 millones de euros.
El proyecto global del Espai Barça, por su parte, tendrá un coste total de 639 millones de euros -incluidos los 125 ya citados-, y el Barça busca financiación. El club espera ingresar 300 millones de euros de un patrocinador que podría poner su nombre en la denominación oficial del estadio en los próximos 20/25 años.
MODIFICACIÓN DEL MPGM
Para llevar a cabo el proyecto el ayuntamiento ha tenido que aprobar provisionalmente una Modificación del Plan General Metropolitano (MPGM).
Con esta reordenación, las zonas verdes públicas crecerán en más de 23.000 metros cuadrados y el recinto del Camp Nou -los días que no haya partido en el mismo- estará totalmente abierto al público.
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, aseguró que el Camp Nou "vive de espaldas a su entorno y había una demanda de mejorar mucho el espacio urbanístico" y consideró que era una "asignatura pendiente", al tiempo que celebró el "consenso" alcanzado con la totalidad de grupos parlamentarios -a excepción de la CUP-.
El presidente del Barcelona, Josep Maria Bartomeu, también defendió que el proyecto era "una propuesta equilibrada e integradora entre lo que el club necesita, las reivindicaciones vecinales y las necesidades del ayuntamiento". La transformación de las instalaciones del Barça comenzará con la inauguración, en primavera, del estadi Johan Cruyff en la Ciutat Esportiva Joan Gamper.
El Miniestadi será derribado posteriormente. En el mismo emplazamiento se levantará el nuevo Camp Nou con una capacidad máxima para 12.000 personas. El nuevo Camp Nou podría ser inaugurado en 2023 y tendrá una capacidad para 105.000 personas. Todas las localidades estarán cubiertas.