Para muchos aficionados el fichaje de este verano es el brasileño Arthur Melo. Su integración y adaptación tanto al club como a la ciudad se puede considerar modélica en todos los sentidos. Futbolísticamente ha demostrado ser un jugador ideal para las necesidades que requiere el equipo. Tanto es así que muchos ya han empezado a compararlo sin ningún tipo de rubor con Xavi Hernández por su manera de jugar, que incluye hasta la famosa ruleta que patentó el jugador de Terrassa.

Pero en el vestuario más bien lo comparan con otro jugador y no tanto por razones deportivas, sino más bien extradeportivas. Una comparación que tiene más de tono jocoso y socarrón que otra cosa, pero que deja bien claro cómo se las gastan allí dentro.

OBSESIONADO CON EL GIMNASIO

¿Con qué jugador? Pues aunque parezca una broma de mal gusto, le comparan con Cristiano Ronaldo. ¿Por qué? Por su obsesión por el gimnasio y los complementos vitamínicos.

De hecho, Arthur puso una prioridad absoluta a la hora de buscar casa: tenía que tener gimnasio de dimensiones generosas y bien equipado. El centrocampista es un enfermo del fitness y dedica horas adicionales aparte de las que tiene programadas en la Ciutat Esportiva. De hecho, en el club recuerdan que tuvieron que pararle un poco los pies por la cantidad de complementos vitamínicos que ingería. Ahora ha moderado sustancialmente la ingesta de este tipo de productos. Lo que no han podido arrebatarle es su obsesión por el gimnasio. Hasta el punto que algunos compañeros bromean con él, llamándolo ‘miniCR7’. Suponemos que ‘mini’ tanto por la altura del brasileño en comparación al portugués y porque Arthur recurre al final al gimnasio como un complemento a su preparación pero no como un trampolín a su ego.

ALIMENTACIÓN

También es muy estricto a la hora de su alimentación, teniendo en casa un chef personal, Eduardo, que le elabora los menus semanales tras ponerse en contacto con el nutricionista del club. En su dieta nunca falta la verdura y los pescados, aunque suele hacer alguna excepción con la ‘picanha’, su plato favorito de carne.

El centrocampista además suele ser de los primeros en llegar a la Ciutat Esportiva y también de los últimos en marchar. En todo caso, el motivo de su tardanza, aparte de su tendencia a hacer horas extras en el gimnasio, es su obsesión por acicalarse y mirarse en el espejo. Otro motivo más que ha servido para ganarse el apodo de ‘miniCR7’.

Un apodo que Arthur ha encajado sin problemas porque no tiene ninguna connotación negativa, sino más bien todo lo contrario al recalcar su enorme profesionalidad al cuidar su físico en todos los sentidos. 

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