Desde hace ya varios años, el FCBarcelona se ha obsesionado en la necesidad de dirigir y conducir todas las informaciones que llegan desde el primer equipo con el único intento de emitir un mensaje unidireccional a la afición. Lo primero que hizo el club fue cerrar el grifo de las entrevistas con los jugadores, posteriormente blindó los entrenamientos y, últimamente, vetó la posibilidad de viajar con el equipo en el avión -llegando incluso al final a quedarse fuera los aficionados-. Un sinfín de medidas que tenían el único objetivo de bunkerizar el vestuario del primer equipo y aislarlo del exterior.
Este tipo de restricciones se empezaron a utilizar con relativo éxito tanto en los clubs ingleses como en los italianos, aunque la diferencia respecto a los españoles es que no cuentan con un número tan grande de medios que siguen diariamente la información deportiva. Y, evidentemente, el seguimiento se multiplica de forma exponencial en clubes como el Real Madrid o el FC Barcelona.
LOS MEDIOS OFICIALES
Lamentablemente, la situación no parece que vaya a mejorar en los próximos años sino que la tendencia es cerrar aún más si cabe las puertas a la información, en un claro perjuicio para el seguidor que sólo podrá recurrir a los medios oficiales para conocer la última hora de su equipo.
Lo peor de todo es que esta inercia al secretismo y al ocultismo se practica desde bien pequeños para que los futbolistas, cuando alcancen el profesionalismo, ya lo lleven inculcado en su ADN. En el fútbol base del Barça se les recuerda que no deben informar a nadie de lo que se habla en el vestuario. De hecho, se ha llegado al caso de insistir en que no deben ni tan siquiera contarlo a sus padres, ya que se trata de una información reservada que sólo pertenece al equipo.
LAS EXIGENCIAS DE LOS ENTRENADORES
Evidentemente esta situación ha llegado a molestar a algunos padres que ven como sus hijos no cuentan las cosas que pasan de puertas adentro en el vestuario. El argumento esgrimido es que el técnico les insiste que no puede salir nada de lo que se diga en las sesiones de entrenamiento, con amenazas de quedar fuera del equipo si sale algo a la luz.
Lo peor es que no estamos hablando de chavales de 15 o 16 años que pueden estar en la antesala del profesionalismo sino mucho más jóvenes, llegando a ser incluso infantiles y cadetes.
EL MÉTODO DE PEP SEGURA
Está claro que el fútbol base de la entidad azulgrana se dirige hacia un camino muy peligroso desde que aterrizó Pep Segura y se puso al frente de la nave hace ya unos años. Y no sólo en el aspecto futbolístico.
El primer indicio de que algo no estaba funcionando sucedió el verano pasado cuando se decidió de forma unilateral prescindir de uno de los ideólogos del estilo Barça y mentor de Xavi Hernández, Joan Vilà. Hay que recordar que Vilà marchó de la entidad de muy malas formas y tras haber estado prácticamente arrinconado durante dos años en el área de metodología de trabajo en los entrenamientos con el profesor Paco Seirul.lo.