El escritor Carlos Zanón nos recibe en plena vorágine. Es de las personas de Barcelona con la agenda más apretada. Es el responsable de la semana de literatura negra, del BCNegra, que acaba este fin de semana después de días intensos, con el mundo editorial volcado en la ciudad. Además, Zanón está inmerso en la presentación de su última novela: Carvalho: problemas de identidad. Planeta ha confiado en él para seguir la estela dejada por Manuel Vázquez Montalbán y su detective Pepe Carvalho.
Este nuevo Carvalho se mueve entre Barcelona y Madrid. Tiene su despacho en Barcelona, pero en Madrid tiene que lidiar con el laberinto que crea la mujer de un político. El nuevo Carvalho que ha dibujado Carlos Zanón no está muy bien de salud en la actualidad. No se lleva bien con Biscúter. Tiene problemas de identidad. Pero se le reconoce. Seguro que a Manuel Vázquez Montalbán le hubiera gustado ir a comer con Carlos Zanón a Can Solé, uno de sus restaurantes favoritos, o cocinarle un bacalao en su casa de Vallvidriera.
¿Qué novedades han puesto en marcha en el BCNegra este año?
Hemos intentado cosas nuevas. Este año el eje han sido los puertos y cómo influyen. Hemos decidido hablar de ciudades con puerto. Se ha traído a más de cien escritores de todo el mundo a Barcelona. Lo hemos expandido a otras expresiones artísticas: poesía, música, cine, teatro, cómic y fotografía. También lo hemos expandido a los barrios de Barcelona para hacerlo más popular, si cabe, pero sin bajar el pistón y que siga siendo un festival de calidad. Queremos un festival de calidad. Todos los escritores que vienen son de calidad. Pero también romper la idea de ghetto o de mundillo cerrado.
Claudia Piñeiro es la ganadora este año del Premio Pepe Carvalho.
Era una deuda que había. No se había premiado nunca a un hispanoamericano. Claudia Piñeiro es una autora que trabaja a diferentes niveles. Entra y sale un poco del género. Sus novelas tienen mucho que ver con la psicología de los personajes. Es una autora muy popular y, por otro lado, que tiene muchos lectores y, por otro lado, sus libros tienen mucha calidad.
"Pensaron que era una tontería la idea de dar una vuelta de tuerca al típico detective americano"
¿Qué pensaría Manuel Vázquez Montalbán de este BCNegra?
Estoy convencido de que le gustaría mucho. Cuando empezó a publicar sus primeros libros de Carvalho, ni la crítica, ni el público, le entendió. Se pensaban que era una broma de mal gusto. Pensaron que era una tontería la idea de dar una vuelta de tuerca al típico detective americano y cambiarle el whisky y el frankfurt por la cocina. Yo creo que a Montalbán le gustaría que este género fuera un fenómeno popular, como es ahora.
Y usted acaba de publicar ahora la continuación de las novelas de Pepe Carvalho. ¿Qué ha supuesto que le encargaran seguir la estela de Vázquez Montalbán?
Fue un regalo. Es verdad que era una apuesta muy, muy, arriesgada. Pero también era una oportunidad única. Es como si tu banda favorita te dice: “oye, mira, venimos a tocar a tu ciudad. ¿Te quieres subir a los bises?”. Puedes decir: “la voy a cagar, lo voy a hacer fatal”. Pero también puedes pensar: “bueno, voy a tocar con mi banda favorita”.
Sería como si vinieran los Clash a tocar a Barcelona y le dijeran: “Sube, que vas a tocar el 'London Calling' en el bis con nosotros”.
Sí, sí. Me gustaría tocar con ellos “Train in vain”, si puedo. Puedes contestar que no, y pensar que vas a desafinar, y que la gente se va a reír. Pero también piensas, caray, es tocar con los Clash…
Era una oportunidad que no podía dejar escapar.
Era una oportunidad y yo pensé que lo podía hacer. Me veía capaz de hacer un libro con el personaje de Carvalho. Nunca hubiera aceptado hacer un libro como Vázquez Montalbán o qué pensaría Vázquez Montalbán o cómo lo haría él. Eso estaba fuera de lo que yo podía y quería hacer. Me lo pasé bien. Me divertí.
Da esa sensación.
Imagínate: crear un personaje nuevo y que hable con Carvalho y con Biscúter. Es como muy divertido. Yo me lo planteé así, como que era algo muy divertido e intenté hacerlo lo mejor posible.
¿Es cierto ese rumor que corre? Se dice que tiene el triple LP 'Sandinista', de los Clash, gastado de tanto ponerlo…
Ja, ja, ja… Sí, le di bastante caña. Sí, sí. Es un disco absolutamente desmesurado, la verdad. Pero, bueno, coges cariño justo a las cosas que son imperfectas.
"Me llevo más o menos como siempre con Barcelona. Es el sitio donde vivo, donde está mi gente, donde están mis discos y mis libros"
¿Y por qué no se puede desligar la música de su literatura? La música forma parte de su paisaje.
Porque todo me entró por el mismo sitio. Para mí, todo es lo mismo. Es la intensidad de la comunicación desde un punto de vista no elitista, sino popular. Es tu educación sentimental. Tú aprendes a sentir, a saber qué sientes, o qué quieres, a través de las canciones. Y en esas canciones también hay letras. También hay literatura. O películas. Cuando no tienes una referencia muy clara, a nivel de familia, o a nivel de estructura social, tus referentes son las canciones, las películas…
Esos son los modelos que absorbe un joven.
Cuando trazas su propio mundo, eso está ahí. No hay otra cosa.
¿Y cómo ve usted a Barcelona, como ciudad, ahora mismo? Siempre dice que simplemente se lleva con Barcelona.
No estamos muy enamorados, ni nos odiamos. Nos soportamos. Bueno, me llevo más o menos como siempre con Barcelona. Es el sitio donde vivo, donde está mi gente, donde están mis discos y mis libros. Me llevo más o menos bien. Yo veo Barcelona más viva que hace unos años, cuando nos quejábamos de que no pasaba nada. Ahora pasan, quizás, demasiadas cosas para algunos.
Desde luego.
Es una ciudad viva, con gente. Es una ciudad atractiva, aunque yo, como me llevo con ella… pues nos soportamos.
"Una ciudad siempre es lo mismo. Lo que cambia es tu perspectiva y que pierdes un poco la conexión con toda esa energía y esa corriente"
La gente de su generación puede tener nostalgia. No sé si caen en el complejo de Peter Pan, pero ¿Barcelona no era más interesante en los años ochenta?
No. Yo creo que, simplemente, es que nosotros éramos más jóvenes. Sólo es eso. Estoy convencido que para un chaval de 18 o de 20 años, ahora mismo, Barcelona es una ciudad fascinante. Lo que pasa en Barcelona es fascinante. Sería fascinante tener 18 años ahora e ir en patinete desde aquí, desde el Eixample, o andando, hasta la Barceloneta o hasta la Ciutadella. Escuchar muchos idiomas en el centro o mucha música. Siempre es lo mismo.
Pero en esa época, Loquillo vivía en Barcelona. Zeleste estaba en el Carrer Argenteria todavía. Abrieron el KGB, el Universal, el Otto Zutz y aquellos bares que se llamaban de diseño. O el programa Arsenal de TV3, que dirigía Manel Huerga ¿No era más interesante?
No. Una ciudad siempre es lo mismo. Lo que cambia es tu perspectiva y que pierdes un poco la conexión con toda esa energía y esa corriente. Es lo que pasa cuando te haces mayor. Cuando tenías 20 años y veías un concierto, en realidad habías visto sólo 20 conciertos en tu vida. Ahora has visto 500 ¿Cómo te emocionas después de 500 conciertos? Es complicado.
Claro.
La cuestión es que tú te has hecho mayor y también te gustan otras cosas. También gente con 50 años que se comporte como un adolescente no deja de ser un poco ridículo.
"Sé que mi manera de escribir no es sencilla, y que mis libros no son fáciles"
Es el complejo de Peter Pan.
Exacto. Como todo. Depende de qué medida, funciona. Depende de cómo, pues no.
¿Y qué recorrido tendrá este nuevo Pepe Carvalho?
En principio, es por un libro. No sé. El futuro ya lo veremos. El libro está funcionando bien de crítica y se está vendiendo bien. Mi idea era este proyecto. Lo escribí pensado que era un libro. Ya veremos. En principio, es así.
¿Qué balance hace de Taxi, su anterior libro?
Era un libro complejo. Salió en una época complicada. Estoy muy contento porque a la gente le gustó. He tenido mucha suerte con mis libros. Sé que mi manera de escribir no es sencilla, y que mis libros no son fáciles, pero tengo lectores a los que les gusta y me permiten seguir creciendo.