¿Cuánto hace que no te acercas a la Sagrada Família? Claro, como está llena de guiris... Pero de vez en cuando vale la pena disfrutar del patrimonio de tu propia ciudad y darse un garbeo por monumentos como la imponente basílica de Gaudí. Pero, claro, si haces eso puedes tener un problema. ¿Dónde comer en una zona con tanta oferta para los turistas, lo cual es sinónimo de comida rápida de grandes cadenas internacionales? Nosotros te decimos dónde. No fallarás.
CASA ÁNGELA
Dos locales, uno pegadito al otro, en la plaza de la Sagrada Família, que sirven unos arroces (hay ocho tipos, como el marinero, el campero, el negro...) y unas tapas de vicio (insuperables sus patatas bravas, excelente su ensaladilla rusa, maravillosos los buñuelos de bacalao...). Por no hablar de sus croquetas,que están entre las mejores de Barcelona porque se las curran que da gusto: las hay de jamón ibérico, de carrillera de cerdo, de 'ceps' con trufa y de chipirones. Cada plato de la carta te convencerá de que Casa Ángela en un valor seguro. Y su terraza frente al templo modernista es un auténtico pri-vi-le-gio.
LA CANTINA MEXICANA
Ya puestos a turistear en tu propia ciudad, ¿por qué no sigues 'viajando' y te plantas en México? En esta taquería lo podrás hacer, ya que su carta ofrece platos de cada región del país norteamericano. Además de infinidad de tacos y platos conocidos como la cochinita pibil, el ceviche, la enchilada y el guacamole, hay recetas menos populares como la sopa azteca (con julianas de tortilla frita, aguacate, chile guajillo, crema y queso fresco) y la arrachera (solomillo marinado en salsa de la casa con cebolla y pimientos). Todas ellas se pueden acompañar de micheladas top y rematar con postres caseros en un ambiente de lo más desenfadado.
BARDENI
No le llames restaurante ni bar. Llámale 'meat bar'. Porque aquí, amig@ carnívor@, te derretirás con el catálogo de carnes que maneja Dani Lechuga, chef expertísimo en este tipo de producto (le viene de familia porque su padre se dedica a la exportación e importación de carne). ¡Viva la proteína animal!, proclamarás a los cuatro vientos cuando te sientes en un taburete de la barra o de alguna de las mesas altas del local (ojo, no aceptan reservas) y pruebes bocados como el canelón de cola de vaca, la burger de ternera Angus, el steak tartar, el entrecot de Angus premium, el carpaccio de lengua y foie...
CAN PIZZA
A lo mejor habrás pensado "¡¡¿¿pizza??!!" con una mueca de incredulidad. Huir de locales fast food cuando huyes de los turistas y proponer una pizzería parece una contradicción. Bueno, tratándose de Can Pizza no lo es porque aquí los gourmets gozan de lo lindo. Si todavía no nos crees, te diremos que este restaurante es cosa de los hermanos Colombo, Max y Stefano (Xemei, Frankie Gallo Cha Cha Cha), y su socio, Isaac Aliaga. Pizzas italianas de nivelazo: masas fermentadas durante 72 horas y hasta cinco harinas (00, soja tostada, semi integral, integral y sémola) para piezas redondas como la Al Capone (tomate, cebolla roja, alcaparras, burrata, orégano, albahaca) y la Vaya Trufa (mozzarella, parmesano, crema de trufa). También están en El Prat de Llobregat, Vilanova i la Geltrú y Molins de Rei.
ELS POLLOS DE LLULL
Puedes ir cualquier día de la semana, aunque la tradición manda que para comer un pollo a l'ast tiene que ser domingo. Sea el día que sea, en esta pollería que también es restaurante encontrarás tres tipos de pollo: el normal, por decirlo de algún modo; el llamado "de la era" porque ha sido criado en libertad y es algo más grande, y el ecológico, que solo se ofrece los fines de semana. Ah, y no te olvides de completar el pedido con guarniciones como las clásicas patatas (asadas o fritas), el arroz blanco ecológico y la ensalada de espinacas y frutos secos. Y si aún tienes más hambre, dale a las croquetas y a los canelones.
CASA MARIOL WINE BAR
Y si lo que te apetece es vermutear y tapear, puedes acercarte a este 'wine bar' que ha abierto la casa de vinos y vermuts Casa Mariol a modo de escaparate. Allí se pueden catar todas sus referencias a granel. Como la bodega es fiel a sus orígenes (es del pueblo de Batea), allí preparan platillos como la 'clotxa' (pan relleno de sardinas, cebolla, tomate y ajo) y sirven una versión de la mezcla de gaseosa y café que se hizo popular en la comarca de Ribera d'Ebre hace décadas llamada 'suau'. No faltan aceitunas, boquerones, embutido, cocas de 'recapte'... Y de postre, pasteles de Batea, ¡faltaría más!