La cultura japonesa cada vez está más de moda en Barcelona. Últimamente los frikis han ganado terreno en la ciudad condal: La última edición de el Salón del Manga acogió a 145.000 personas. La película Your Name ha sido una de las propuestas más exitosas de la Filmoteca de Catalunya y las Galeries Maldà han vuelto a vibrar gracias a los establecimientos frikis. Además, también ganan terreno en la noche de la ciudad condal, tres emprendedores han organizado un evento mensual para ellos.
Mirai, mi hermana pequeña (Mirai no Mirai) llega a las salas comerciales de Barcelona el 15 de marzo. Kun, un niño japonés demasiado mimado, tendrá que enfrentarse a la llegada de su hermana pequeña. Los celos le corroerán por dentro hasta que una situación paranormal le hará cambiar de parecer.
Una moraleja que enseñará al protagonista a valorar a la familia. No es la primera vez que Mamoru Hosoda utiliza este recurso, el director japonés ya combinó una dimensión irreal con la cotidianidad en su última obra, El niño y la bestia, se estrenó en España en 2016.
CONCILIACIÓN EN JAPÓN
La familia es un recurso habitual en las películas de Hosoda. En Mirai, mi hermana pequeña la madre intenta conciliar su vida familiar y laboral, una preocupación que queda latente en el tráiler de la película. Este es un debate muy actual incluso en Occidente. Sorprende, y mucho que la reflexión venga de un país tan machista como lo es Japón.
Todavía hay más similitudes con la filmografía del director. En La chica que salta a través del tiempo ya habló sobre el transcurso de los años, y en la nueva película las versiones del futuro de los personajes tendrán un rol relevante en la trama. De hecho, la visita de su hermana pequeña de dentro de unos años será indispensable para que Kun cambie su actitud.