Desde el barrio de Sarrià, en la zona más alta de la ciudad, hasta el Born. Barcelona alberga una oferta restauración que da lugar a una gran cantidad de puntos de interés para los paladares más exigentes.

Dicen que la calidad de un restaurante se mide por el esmero de sus tapas. Y, entre ellas, si hay una que destaca por encima del resto son las clásicas patatas bravas. Estas tres recomendaciones han logrado acercar sus creaciones a la más absoluta perfección. En algunos casos, incluso, hasta han recibido diferentes reconocimientos. A continuación, hacemos un pequeño recorrido por algunos de los mejores lugares para disfrutar de una buena tapa de patatas bravas en la ciudad.

EL TOMÀS DE SARRIÀ

La excursión comienza en el casco antiguo del barrio de Sarrià, más concretamente en El Tomàs de Sarrià, ubicado en la calle Mayor de Sarrià, 49. Sus patatas bravas son conocidas por los barceloneses como las mejores de la capital catalana, tanto por su sabor como por su apariencia.

Sus salsas están hechas de manera artesanal por el personal del propio restaurante y sus patatas son cortadas a mano por los mismos. El Tomàs de Sarrià es uno de los lugares más populares de Barcelona y así lo demuestran sus habituales colas en la puerta, con gente esperando para degustar su riqueza y variedad gastronómica. 

LA TAVERNA DEL CLÍNIC

Sus bravas se alejan de la presentación convencional, pero eso no interfiere en su sabor. Y es que las patatas bravas de Toni Somies, el chef del restaurante La Taverna del Clínic, son de las más conocidas de la Ciudad Condal. Por eso han sido premiadas en multitud de ocasiones gracias a su sabor y a su estética. 

¿Qué encontrarán aquí los que se acerquen a probarlas? Cilindros dorados y crujientes realizados con la propia patata, en los que la salsa rosa y el sésamo se guardan en su interior para llenar de sabor los paladares más exigentes. 

ELSA Y FRED

En pleno centro de Barcelona, en la calle del Rec Comtal, 11, se encuentra Elsa y Fred, un gastrobar que hereda su nombre de la película dirigida por Marcos Carnevale. Este pequeño local ha logrado hacerse un hueco en el panorama gastronómico de la ciudad gracias a la calidad de sus tapas, entre las que destacan sus famosas patatas.

Su especialidad es la cocina creativa y, pese a que su plato más típico parece denotar precisamente lo contrario, en Elsa y Fred el comensal podrá disfrutar de una de las tapas con más sabor de toda la Ciudad Condal. 

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