Tras cinco meses tapada, la fachada de la emblemática Casa Batlló vuelve a lucir radiante para las miradas más curiosas en Barcelona. A partir de este viernes se podrá visitar la fachada con un audio gratuito para así descubrir cómo ha sido la restauración. Ahora –después de un minucioso trabajo centrado en los cinco materiales (hierro, piedra, cerámica, cristal y madera)– goza del mismo aspecto que tenía en 1906, cuando Antoni Gaudí la terminó.

Estas obras de restauración se han retransmitido en directo y más de 25.000 personas han disfrutado del proceso de mutación del edificio ubicado en paseo de Gràcia y declarado Patrimonio Mundial de la Unesco. La misma Casa Batlló ha lanzado un concurso a través de Instagram en el que reta a los seguidores a subir sus mejores fotos con la fachada recién restaurada. El premio es un iPhone X y entradas para los conciertos de Noches Mágicas en su interior.

Con motivos marinos, la Casa Balló evoca la naturaleza y la fantasía dentro de un mundo onírico. Su fachada es la puerta de entrada a este universo simbólico, y contemplarla inspira sentimientos que tienen de fondo un continuo diálogo con la luz y el color.

EFECTO ONDULADO

Gaudí creó una fachada exuberante y marina, añadiendo esculturas involuntarias, materiales reciclados y objetos descontextualizados que convirtió en arte. Resalta el efecto de una superficie ondulada donde la piedra, el vidrio y la cerámica son los protagonistas. Cuando la fachada recibe la primera luz de la mañana, el brillo y los destellos la dotan de vida y de un movimiento armónico y equilibrado, como si fuera un elemento vivo del paisaje urbano.

El edificio está coronado por un espectacular tejado formado por grandes escamas que simulan el lomo de un animal. Su parte superior está formada por piezas esféricas de grandes dimensiones con colores cambiantes de un extremo a otro. De hecho, las reminiscencias han dado lugar a interpretaciones populares en torno a la leyenda de Sant Jordi, patrón de Cataluña.

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