Éstas son las joyas menos conocidas del modernismo barcelonés
La alta concentración de arquitectura modernista que hay en la Ciudad Condal hace que todavía queden rincones inexplorados que merecen ser visitados
2 junio, 2019 17:09Noticias relacionadas
Que Barcelona es una de las mecas del modernismo a nivel mundial es un secreto a voces. El importante impacto que han tenido artistas como Gaudí o Lluís Domènech i Montaner han elevado a la ciudad al más alto nivel en este estilo de arquitectura.
Sin embargo, gracias a la amplia oferta que se puede encontrar recorriendo la ciudad, todavía hay algunos rincones que no son tan conocidos o que quedan eclipsados por los edificos de alrededor, pero que son igual de espectaculares que el resto.
CASA LLEÓ MORERA
Construida por el arquitecto Lluís Domènech i Montaner, la Casa Lleó Morera se encuentra en el número 35 de passeig de Gràcia, en pleno centro de la ciudad. Por su proximidad con el resto de edificios emblemáticos, como Casa Batlló o La Pedrera, en según qué momentos no centra tanta atención como debería. Sin embargo, es uno de los mayores regalos que la capital catalana puede ofrecer a sus visitantes.
Su planta principal está abierta el público y, por la belleza que desprende, es uno de los lugares que bien merece la pena visitar. Especialmente gracias a la amplia cristalera que asume el protagonismo del edificio.
TORRE BELLESGUARD
Pese a que es conocida por el nombre de torre Bellesguard, realmente fue bautizada como Casa Figueras. Fue diseñada y construida por el arquitecto Antoni Gaudí, y se encuentra en carrer de Bellesguard, 20.
Se caracteriza por contar con una gran cantidad de formas rectas, muy poco habituales en la obra del artista catalán. Y toma inspiración en el castillo medieval de Martin I el Humano.
HOTEL ESPAÑA
En el centro de la ciudad, muy próximo a Las Ramblas y al Mercado de la Boquería, está ubicado otro de los secretos del modernismo catalán. El Hotel España fue diseñado por el arquitecto Lluís Domènech i Montaner entre el año 1900 y el 1903. Los que quieran visitarlo deben dirigirse a la calle Sant Pau, 9.
Destaca el interior del edificio, especialmente los mosaicos que se encuentran en el suelo. Además de estar abierto para sus huéspedes, también recibe visitas de manera diaria para todos los interesados en descubrir su estilo arquitectónico.