Anteriormente la gente iba a misa cada domingo, ahora la iglesia tiene que instalar atracciones para que los feligreses acudan a la casa de Dios. Esto es lo que han hecho en la catedral de Norwich, Reino Unido, para conseguir captar nuevos fieles. 

ATRAER A LOS TURISTAS

La joya de estilo normando y gótico inglés, que comenzó a construirse en el siglo XI, ha instalado en su interior una estructura de casi 17 metros de altura que tiene un doble objetivo. Por una parte, la iglesia pretende que se pueda ver más de cerca las vidrieras y los rosetones, además de sus impresionantes frescos, y por otra atraer a los turistas para que se acaben convirtiendo al anglicismo. 

Tal como ha adelantado The Guardian, su artífice, el reverendo Andy Bryant pensó e esta idea mientras visitaba la Capilla Sixtina de Roma. Consideró que su catedral, y la del vaticano tenían un parecido similar, pero que en la inglesa era difícil de apreciar, ya que los frescos están en el techo y son difíciles de contemplar

 

 

UN ERROR PARA LAS ALTAS ESFERAS

El tobogán ha estado en pleno funcionamiento hasta el 18 de agosto, y ha causado opiniones de todo tipo. Los trabajadores del templo han cifrado un aumento considerable de visitas desde esta extraña propuesta, y la mayoría ha aceptado encantada la presencia de la atracción en la catedral. Pero las altas esferas religiosas no se han mostrado entusiasmadas con la atracción. Lejos de verla como un reclamo para nuevos feligreses, han considerado que ha sido un terrible error por parte del reverendo, que habría sido "poco profesional", según recoge la BBC.

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