Casa Vicens es considerada la primera obra maestra del arquitecto Antoni Gaudí. El catalán desató toda su imaginación como artista e impregnó a Casa Vicens de una serie de elementos arquitectónicos que, a posteriori, iban a marcar el devenir de su carrera. Su construcción fue motivada por un encargo del Sr. Manuel Vicens, con el objetivo de construir una casa de veraneo para él y para su mujer, gracias a unos terrenos que habían heredado con anterioridad.
De este modo, Gaudí trata de aprovechar al máximo el espacio mediante una construcción de cuatro niveles, divididos en: subterráneo, planta baja y dos pisos superiores. Y fue precisamente el espacio uno de los factores que supuso un gran reto para el arquitecto, debido a que tuvo que proyectar la casa con orientación noreste, con el objetivo de dejar el suficiente espacio como para poder contar con un jardín en su parte posterior.
INSPIRADA EN LA NATURALEZA
En las flores de clavel de moro pintadas en cada uno de los azulejos que conforman el exterior de la casa se encuentra uno de los principales motivos que caracterizan a la obra: su inspiración en la naturaleza.
En el interior también cobra protagonismo su presencia, logrando crear una continuidad entre el espacio exterior y el interior del mismo. Con el objetivo de hacer una obra lo más orgánica posible.
REFORMADA EN EL AÑO 1925
En el año 1935 fue el arquitecto Joan B. Serra de Martínez el encargado de llevar a cabo una pequeña reforma en la que, además, se realizó una ampliación de su espacio. Toda la obra fue previamente supervisada y aprobada por el propio Antoni Gaudí.
En estas obras se añadió un cuerpo en la parte de levante, haciendo de medianera con la casa ya existente. Sin embargo, a partir de la adquisición de la casa por parte del Grupo Morabanc, se inició un minucioso proceso de restauración con el que se volvió al diseño original de la vivienda.