Que Barcelona es una de las ciudades más activas a nivel cultural de España no es ningún secreto. Su amplia oferta arquitectónica, los museos que concentra y un sinfín de galerías de arte que se asientan sobre sus calles son solo tres pilares que sustentan este dinamismo. Sin embargo, existen muchos más.
Alejados de los museos más conocidos de la ciudad, como el de historia o el MACBA, la Ciudad Condal también acoge una interesante propuesta de espacios que, pese a no ser tan conocidos, su visita hace que siempre merezca la pena. A continuación, algunos de los más destacados.
MUSEO DE LAS CARROZAS FÚNEBRES
Aunque no todo el mundo lo conoce, la calle de la Mare de Deu de Port da cobijo a uno de los museos más desconocidos de la Ciudad Condal. Se trata del museo de las Carrozas Fúnebres. Un interesante espacio que acoge espectaculares carrozas funerarias ordenadas de acuerdo a la época histórica a la que pertenecieron.
Esta muestra fue inaugurada en el año 1970, con el objetivo de reunir todos aquellos vehículos que habían servido a la ciudad de Barcelona pero que, con motivo del avance de las nuevas tecnologías, ya habían quedado en desuso. En su momento, fue la primera colección de carrozas fúnebres de toda Europa.
MUSEO DEL PERFUME
En una ubicación mucho más céntrica que la anterior, en el número 39 del Paseo de Gracia, se asienta el Museo del Perfume. Inaugurado en el año 1963 con un único objetivo: mostrar la evolución de los frascos y los recipientes de perfume a lo largo de toda la historia.
En su interior podemos encontrar objetos de lo más curiosos, que provienen de todas partes del mundo. Un buen ejemplo de ello es la amplia muestra existente de recipientes de la cultura árabe, egipcia o romana, entre muchas otras. Además, también concentra una amplia selección de publicidad, catálogos y diferentes accesorios relacionados con este ámbito.
MUSEO DEL GAS
En la plaza del Gas 8, en la sede de Naturgy, se encuentra el museo del Gas, otro de los museos que no todo el mundo conoce de su existencia en la ciudad. Su misión es analizar cuál fue la importancia del pasado de la energía, así como conocer el presente y el futuro de la misma; especialmente importante en un contexto como el actual.
El espacio ofrece a sus visitantes un recorrido de la evolución del gas y de la electricidad desde el Siglo XIX, a través de más de 3.500 piezas y objetos relacionados. Además, también ofrece diferentes talleres y conferencias a todos los asistentes.