Si por algo se caracteriza la ciudad de Barcelona es por la extensa oferta arquitectónica con la que deleita tanto a sus propios vecinos como a los visitantes que acuden a la Ciudad Condal en busca de impregnarse de la arquitectura más vanguardista.
Entre sus calles se encuentran algunos de los edificios históricos más visitados no solo de Cataluña, sino de toda España. A continuación, una selección de aquellos que son un must para cualquier visita.
SAGRADA FAMILIA
Empezar la ruta arquitectónica por la Sagrada Familia es poco menos que una obligación. La obra, creada por Antoni Gaudi y todavía en proceso de construcción, es conocida a nivel mundial.
Si su exterior ya es llamativo, su interior es toda una experiencia que merece ser vivida. Gracias a la luz natural, las cristaleras que irradian de color su espacio interior y los diferentes atractivos que se van sucediendo a cada paso.
LA PEDRERA
En Passeig de Gràcia 92 se encuentra La Pedrera, otra de las obras más conocidas de Gaudí. Su elemento más característico son las curvas imposibles que centran toda la atención a lo largo de sus nueve plantas.
Pese a que todavía quedan inquilinos que viven en este mágico lugar, es posible visitar tanto los patios interiores del edificio como una planta del mismo que ha permanecido reservada para los visitantes que quieran admirar la belleza de los espacios interiores con los que cuenta esta inimitable construcción.
HOSPITAL DE SANT PAU
El recinto modernista del Hospital de Sant Pau se ha convertido, con el paso de los años, en uno de los espacios más visitados por los turistas que acuden a la capital catalana.
Construido a finales del Siglo XX por Lluís Domènech i Montaner, inicialmente actuaba como un hospital para los enfermos de la ciudad. Sin embargo, el paso del tiempo fue convirtiéndolo en uno de los grandes atractivos a nivel arquitectónico de la capital catalana.
CASA BATLLÓ
Antoni Gaudí construyó la Casa Batlló con motivo de un encargo que realizó el empresario Josep Batlló en el año 1904, sobre un edificio que ya había sido construido.
Su importancia fue tal que en el año 2005 la construcción fue declarada Patrimonio Mundial de la UNESCO. La arquitectura del edificio versa en torno a la historia de lucha entre Sant Jordi, patrón de Cataluña, y el dragón.