Según la Organización Mundial de la Salud, la obesidad ha alcanzado proporciones epidémicas a nivel mundial. Una enfermedad que por la que cada año mueren aproximadamente 2’8 millones y que desde 1975 se ha triplicado.

Uno de los tratamientos más eficaces para las personas que la padecen es el balón gástrico de Elipse. Esta es la conclusión que se deriva del estudio llevado a cabo por profesionales de la Unidad de Endoscopia del Servicio de Aparato digestivo del Hospital Universitari Dexeus que para valorar su viabilidad, eficacia, duración, seguridad y sus requerimientos endoscópicos en los primeros meses de implantación del tratamiento en la unidad. 

SIN ENDOSCOPIA

El balón intragástrico Elipse es el primero para la pérdida de peso que no requiere endoscopia para su colocación ni para su extracción. Se coloca en el estómago mediante la ingesta de una pequeña cápsula que se rellena con líquido a través de un catéter y bajo control radiológico. A las 16 semanas aproximadamente el balón se degrada, se vacía su contenido líquido y se elimina de forma natural. 

Aunque su modelo de liberación y eliminación es distinto, su funcionamiento es similar al de los balones intragástricos previos: facilita la pérdida de peso al producir retraso del vaciamiento gástrico, incremento de la saciedad y reducción del volumen del estómago para limitar su capacidad alimentaria. 

TERAPIA PUENTE A LA CIRUGÍA

Se trata de un tratamiento indicado en pacientes con sobrepeso de grado II, con un índice de masa corporal (IMC) entre 27 y 29 kg/m2 u obesidad leve grado I, con un IMC entre 30 y 34,9 kg/m2 como ayuda o complemento a la pauta dietética. 

Según el jefe de la Unidad de Endoscopía Digestiva y Bariátrica del Hospital Universitari Dexeus y autor principal del estudio, también puede indicarse en determinados pacientes con demasiada obesidad como terapia puente a la cirugía en determinados casos en los que existe alguna contraindicación o alto riesgo anestésico.

RESULTADOS DEL ESTUDIO

El estudio, publicado en la Revista Española de Enfermedades Digestivas, se realizó en 30 pacientes con sobrepeso de grado II u obesidad leve de grado I. En todos los casos los pacientes pudieron ingerir la cápsula con un correcto control radiológico. A los cuatro meses presentaban una pérdida media de peso superior a 11 kilos, equivalente a una pérdida del 64% del exceso de peso. 

En el 80% de los pacientes la pérdida de peso fue superior al 10%. Por otro lado, en el 8,3% de los casos se eliminó el balón de forma precoz de manera que la pérdida de peso fue menor y en dos pacientes fue necesaria la extracción endoscópica del balón por efectos adversos como intolerancia u oclusión.

COSTE ECONÓMICO COMPENSADO

“Por este motivo, desde la unidad recomendamos, antes de someterse al tratamiento del balón Elipse, una valoración previa favorable de una Unidad Multidisciplinaria de Obesidad que incluya, por lo menos dietista/endocrinólogo, psicólogo y endoscopista bariátrico y que el tratamiento se realice bajo la supervisión de un endoscopista bariátrico” afirma el doctor Espinet.

En cuanto a la valoración coste-económica, aunque el precio del dispositivo Elipse es superior al de los otros balones intragástricos comercializados en España, la ausencia de dos intervenciones de endoscopia y sedación compensa el coste.

Este trabajo es una primera aproximación para medir la eficacia del tratamiento. El doctor señala que será necesario realizar más estudios con un mayor número de pacientes, multicéntrico y a más largo plazo además de evaluar el comportamiento de las comorbilidades y otras enfermedades asociadas a la obesidad. 

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