El Departamento de Salut ha frenado un ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo) en la Clínica Sagrada Família de Barcelona. El centro, equipado con nueve plazas en la UCI y nueve quirófanos, quería suspender temporalmente los contratos de una parte de sus 400 trabajadores en medio de la emergencia sanitaria que afronta Barcelona y Cataluña.
En una carta dirigida a los empleados a la que ha tenido acceso Metrópoli Abierta, la clínica señala la caída de la actividad quirúrgica del 90% y de urgencias del 65%, y el objetivo de "paliar los efectos económicos" del confinamiento para justificar esta decisión. La empresa se ha negado a hacer declaraciones a este medio.
"Estamos seguros que estamos ante una situación coyuntural y que recuperaremos el funcionamiento normal en unas semanas, pero entendemos que, ante la incertidumbre de la duración de esta situación, debemos adoptar medidas para evitar que estas semanas lastren al centro", argumentan desde el centro sanitario.
ACCIÓ DE UGT
Las intenciones de la clínica llegaron a oídos de UGT que contactó con la conselleria de Salut para alertarles de los planes de la empresa. Salut prohibió este jueves al centro el ERTE ante la crisis epidémica del coronavirus y por lo valioso de los recursos del centro, pequeño, pero bien equipado. El decreto de estado de alarma otorga al Gobierno a intervenir cualquier hospital y centro privado para combatir el covid-19.
La clínica Sagrada Família realiza operaciones quirúrgicas, como intervenciones estéticas y tiene servicios de traumatología, cardiología, cirugía cardíaca, y cirugía general. Fuentes de UGT señalan que, ahora, el centro atenderá clientes derivados del Hospital Sant Pau, ya sean positivos por coronavirus o enfermos de otra índole.
SUSPENSIÓN DE CONTRATO
El centro había hecho una selección de personal para limitar sus servicios. Como marca el estatuto de los trabajadores, los afectados seguirían cobrando el 70% del sueldo, o bien se les aplicaría una reducción de horas. La clínica también daba la posibilidad a sus empleados que se ofreciesen voluntarios y que se acogieran a la suspensión del 100% del contrato.
Nunca antes habían sido tan necesarios los recursos sanitarios en Barcelona. La epidemia de coronavirus está contagiando cada día a decenas de enfermeras y auxiliares que a diario están en contacto con pacientes infectados. Esta situación hace que las plantillas sufran una caída de trabajadores, de manera provisional, que afecta directamente al servicio que, en los próximos días, podría colapsar, según la misma consellera de Presidencia de la Generalitat, Meritxell Budó.