Los trabajadores de la prisión de mujeres de Wad-Ras de Barcelona siguen entrando al recinto penitenciario sin las medidas de protección necesarias que determina el departamento de Salud. No tienen mascarillas nuevas y las tareas de desinfección son inexistentes, a pesar de que una sentencia del Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC) obliga a la Generalitat a tomar las medidas oportunas para proteger a los empleados.
El pasado 8 de marzo, un auto de la sala social del TSJC daba la razón a una demanda de CCOO y obligaba al departamento de Justicia a proporcionar de manera "urgente" mascarillas FFP2 y FFP2, guantes, batas y termómetros. Una semana más tarde, nada ha cambiado en la cárcel que alberga a 103 internas.
MASCARILLAS CADUCADAS
Como el resto de las plantillas de las prisiones catalanes, el personal de Wad-Ras cuenta con una única mascarilla quirúrgica sin recambio. La segunda mascarilla de repuesto es en realidad una protección caducada desde 2014, comprada el 2009 para hacer frente a la Gripe A.
Fernando Carrera, secretario organización de la agrupación de personal penitenciario de CCOO, avisa del peligro que la cárcel barcelonesa replique el escenario de Quatre Camins, que recientemente ha detectado 22 nuevos internos contagiados de Covid-19. "Hay que desinfectar para evitar una explosión como la de Quatre Camins", señala.
MÁS DE 60 BAJAS
La prisión de Wad-Ras está sufriendo los efectos de los contagios y los aislamientos en la plantilla, con más de 60 personas de baja. Al no poder realizar test para detectar la enfermedad, muchos empleados son enviados a su casa para confinarse durante dos semanas.
La sentencia del TSJC obliga a Justicia a aplicar "procesos de descontaminación y eliminación de residuos del material utilizado, así como la desinfección diaria de los centros de trabajo". Desde CCOO y IAC-CATAC, no entienden como no se realizan desinfecciones, aunque sea a base de lejía.
AYUDA DE LA UME
El 9 de abril, CCOO propuso a la Generalitat que acudiera a la Unidad Militar de Emergencias (UME) del ejército para desinfectar las cárceles, pero no han tenido respuesta. Desde IAC-CATAC, recuerdan que se deberían desinfectar los vestidores cada turno y que tampoco se está haciendo. Las mascarillas, señala el sindicato, tienen una efectividad de ocho horas. Sin embargo, las deben usar durante 15 días de trabajo.
Según una instrucción del pasado 12 de abril de la dirección de Wad-Ras, el departamento de Salud cree que las cafeterías son la causa del aumento de contagios en las prisiones catalanas.
LIMITACIONES DE AFORO
En la cárcel barcelonesa, al menos dos empleadas han dado positivo por el virus. En el centro barcelonés, la directora prohíbe desde hace tres días que haya más de cinco personas en la cafetería. En la sala de descanso para los funcionarios, el aforo se ha limitado a cuatro personas.