Durante nueve años, los vecinos del Poble Sec se preguntaron qué utilidad tendría el edificio levantado en 2011. Enfrente de la sala Barts y a unos pasos del Apolo, este inmueble de ocho plantas ha encontrado un uso en plena crisis sanitaria por el coronavirus. El bloque se convertirá en una residencia medicalizada para ancianos enfermos de coronavirus.

La consellera de Salud, Alba Vergés, explicaba este martes que el centro contará, en un principio, con 32 camas que se podrán incrementar hasta las 240. Las 141 habitaciones cuentan con baños adaptados, "idóneos" para atender personas con dependencia. Los trabajos de montaje de este nuevo espacio empezaron la semana pasada. El jueves, los operarios entraban decenas de colchones y habilitaban las habitaciones. 

Fuentes del departamento de Salud señalan que el edificio estaba "cerrado" y que su uso estaba definido como residencia para personas mayores.

66 CAMAS CON OXÍGENO

Salud ha equipado 66 camas con una instalación de oxígeno con tanque. Además se podrá incorporar oxígeno con bombona en otros espacios del edificio. En un principio, el equipo de asistencia a las personas mayores estará formado por profesionales de atención primaria, limpieza y otros servicios.

El departamento liderado por Vergués ha habilitado un hotel con 80 plazas para acoger personas de residencias con Covid-19 negativa. Se trata de usuarios que no tienen la enfermedad, pero que necesitan ser aislados para evitar que se contagien. 

MÁS DE 200 ANCIANOS MUERTOS

Con esta nueva residencia-hospital, la Generalitat busca suavizar el impacto del virus en las residencias, uno de los focos de esta pandemia. En Barcelona, 654 usuarios de residencias han fallecido a causa de Covid-19. En la última semana han muerto más de 200 ancianos. 

En el pasado el edificio acogió el Teatre Nou. Más tarde, fue la sede de salas como el Nuevo Cinerama. En un artículo de enero de 2019, el periódico Ara señalaba que la empresa propietaria, Coimbra, estuvo a punto de cerrar un acuerdo para convertir el inmueble en una residencia geriátrica, aunque finalmente no llegó a fructificar. 

USO RESIDENCIAL

Muchos vecinos deseaban, precisamente, que el inmueble acogiera una nueva residencia para gente mayor. Por el momento, la situación de emergencia ha querido que el bloque tenga este uso.

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