Un geriátrico de la zona alta de Barcelona, DomusVi Bonanova, ha pasado dos brotes de coronavirus sin demasiados problemas. Se trata de una de las otras residencias, concretamente, las que cuestan 8.000 euros al mes y tienen mayordomo casi todo el día. Cuando lo ha necesitado ha pedido dinero para test PCR para sus residentes, que lo han recibido sin ningún retraso.
En este sentido, y por si fuese poco, según informa este miércoles Crónica Global, también ha recibido la donación de una adinerada familia para pagar pruebas a todos los usuarios y trabajadores.
LA JOYA DE LA CORONA DE DOMUSVI
Así lo explican familiares de ancianos de este centro, inaugurado en 2014 en las antiguas instalaciones de un hospital privado. "DomusVi ha tenido especial cuidado con este asilo. Sabe que es su joya de la corona y por ello ha sido muy cuidadosa. A los servicios premium especiales se ha añadido un cuidado especial durante la pandemia", aseguran. Han recibido ayuda del ambulatorio aunque también "de Médicos del Mundo, el Ejército, los Bomberos y empresas de desinfección. A la mínima que un usuario tenía síntomas, derivado al Hospital Plató, un centro concertado de la zona alta de la Ciudad Condal", han detallado.
Pero es que este asilo no ha sorteado la pandemia por sus propios recursos (ha sufrido un aluvión de bajas de empleados), sino gracias a sus residentes. "Piensa que aquí tenemos a mayores de familias de joyeros, grandes comerciantes y de nombres conocidos de la alta sociedad catalana", señalan. De hecho, uno de estos ancianos de apellido ilustre, un expublicista que murió el 23 de abril en DomusVi Bonanova, pagó la primera ronda de test PCR para todos.
PIDIERON DINERO A LAS FAMILIAS
"Cuando necesitaron más pruebas, no tuvieron reparo en pedir 150 euros por prueba a cada familia. La mayoría dieron su consentimiento, claro está, pues para ellos ese dinero es calderilla", explican. Un correo interno al que ha accedido este medio así lo atestigua: DomusVi pidió a las familias de su residencia más pija de la Ciudad Condal dinero para test contra el coronavirus. Preguntada por la cuestión, la compañía liderada por Josefina Fernández no lo ha confirmado.
Mientras que otras residencias de DomusVi y marcas rivales iban desesperados para hacer pruebas a sus trabajadores, en la de la Bonanova, la crisis sanitaria se vivía de forma relajada. "Es que antes el ambiente ya era así. Los residentes que más pagan tienen acceso a lujosas suites, cuidadores casi todo el día, gimnasio y jardín. Pudieron hacer uso de las instalaciones toda la pandemia hasta que un segundo brote sí obligó a compartimentar las plantas", dicen las mismas fuentes. Cuando pase la crisis sanitaria, todo volverá a la normalidad en este geriátrico: pícnics en el jardín, conciertos de piano, salidas a conciertos de música clásica y el cuidado de los mejores médicos en paliativos de Cataluña.
EL CONTRASTE CON OTRAS DE DOMUSVI
Esta situación contrasta con el caos vivido en otras residencias de este mismo grupo y de otros operadores. De hecho, DomusVi lidia con una cascada de fallecimientos en dos geriátricos de menos alcurnia en Cataluña: Ca n'Amell de Premià de Mar y Can Buxeres de L'Hospitalet de Llobregat. En la primera ha intervenido la Fiscalía, que investiga si hubo mala praxis tras 80 muertes y más de 180 contagios. En la segunda hay quejas por presuntos malos tratos y hacinamiento de mayores.
Aunque forman parte de la misma empresa, las dos tienen plazas concertadas y, por ello, pagadas con dinero público. En Cataluña, más de 4.000 personas han perdido la vida con Covid-19 en centros de mayores entre falta de personal y material, con una tremenda falta de pruebas y con muchas quejas y denuncias de familiares. Pero no en la DomusVi Bonanova. Es una de las que forma parte de las otras residencias.