La pérdida involuntaria de orina es un problema de salud que puede llegar a condicionar mucho la vida social e higiénica de las personas que la padecen. Se trata de la incontinencia urinaria, una afectación que tiene alrededor del 10% de mujeres entre 25-64 años y a más del 50% en personas de ambos sexos de más de 65 años.
Aumenta con la edad, aunque se sabe solamente una de cada tres personas mayores consulta por ello. En un estudio llevado a cabo en nuestra unidad, detectamos que los pacientes con incontinencia urinaria tardaban una media de tres años en consultar con un especialista. Desde 1996, la Unidad de Urodinamia y Suelo Pélvico del Centro Médico Teknon ha atendido a más de 20.000 pacientes de toda España.
VERGÜENZA EN IR A CONSULTARSE
El coordinador de la Unidad de Urodinamia del Centro Médico Teknon, el doctor José Emilio Batista, explica que los pacientes incontinentes llegan después de mucho tiempo de ocultar sus síntomas y de sufrir . "Es habitual que los pacientes nos digan que es la primera vez que alguien escucha suproblema", señala el doctor.
¿POR QUÉ SIGUE SIENDO TABÚ?
Para el doctor Batista, el hecho de que las pérdidas de orina sigan siendo tabú en la sociedad, puede atribuirse a a diferentes circunstancias:
Entorno social: vivimos en un mundo condicionado por un ideal de belleza y bienestar que supuestamente es "normal"- en realidad casi nadie es "normal". La incontinencia es un tema tabú, se asocia a falta de control, a inmadurez a los niños y a la gente mayor se le escapa la orina. "Si a un adulto se le escapa la orina, hace algo mal, no se sabe controlar; encima huele mal, y eso resulta desagradable. Eso lleva al aislamiento y la pérdida de autoestima", explica el doctor.
Entorno mediático: muchos famosos explican sus enfermedades en las redes sociales. Sus seguidores se solidarizan y las enfermedades pasan a ser protagonistas. A pesar de ser un problema muy frecuente, casi ningún famoso ha salido a explicar que tiene incontinencia. Se pueden tener y airear muchas enfermedades, pero no incontinencia. Solamente Concha Velasco salió en televisión anunciando unas compresas- un anuncio, no un testimonio. Error. desde la Unidad apuestan por que sus pacientes no usen compresas o que usen las menos posibles. Las compresas son un método paliativo, no son la solución.
Entorno médico: la incontinencia de orina y los trastornos del ciclo miccional se agrupan, según el especialista, en lo que se llama Urología Funcional. Los urólogos tratan a varones y mujeres, desde niños pequeños con escapes nocturnos (enuresis) hasta pacientes ancianos con problemas de control esfinteriano. Pero la mayoría de los pacientes son personas de edad adulta (una media de 52 años). Personas que intentan hacer vida normal pero no pueden debido a sus problemas de vejiga. Ha habido y hay poca formación para urólogos, ginecólogos y médicos generales en este campo. Y algunos de los profesionales que se dedican a esta no han dedicado suficiente tiempo a la divulgación al público y a nuestros colegas. "A pesar de que el gasto en compresas es una de las mayores partidas en gasto de la Sanidad Pública, no se dedican suficientes recursos a formación y atención en esta área. El equipo de Teknon ha ayudado y ayuda a otros hospitales- públicos y privados- mediante un sistema de diagnóstico remoto", concluye Baptista.
LA INCONTINENCIA TIENE SOLUCIÓN
Las personas que padecen incontinencia y no han consultado, no deben sentirse mal. El doctor apunta que es una situación normal. "Ante la incontinencia, consulta, háblalo, insiste, busca una unidad que te escuche y te trate", apunta.
ESTUDIO URODINÁMICO
"Nadie entendería visitar a un cardiólogo y que no le hicieran un electrocardiograma. En la incontinencia de orina, el electrocardiograma es el estudio urodinámico. Es una prueba que tiene que hacer un técnico formado para ello y que se tiene que hacer con tacto y respeto por el paciente", señala el doctor. Desde hace 12 años el equipo de la Unidad está acreditado para formar a profesionales del diagnóstico urodinámico.
A partir de esa prueba pueden establecer un plan de tratamiento adecuado a cada paciente- un traje a medida, que puede ir cambiando. "Afortunadamente ha habido muchos cambios en los últimos años y se han incorporado nuevas técnicas menos invasivas: mejores medicamentos, la incorporación del bótox en la vejiga (sí, bótox!), operaciones menos agresivas y tratamientos de fisioterapia", explica Baptista.
URODINAMIA Y SUELO PÉLVICO
Una unidad de Urodinamia y suelo pélvico necesariamente tiene que ser multidisciplinar e incluir enfermeras y fisioterapeutas. El equipo de fisioterapeutas ha contribuido de forma muy positiva a mejorar el pronóstico de los pacientes. Por desgracia, no todos los tratamientos están cubiertos – ni en la sanidad pública ni por las compañías de seguros-.
La situación es mejor que cuando el hospital empezó a hacer estudios en hace 22 años: hay mayor conciencia, mejores métodos diagnósticos y mejores tratamientos. "Necesitamos que los pacientes hablen y que no esperen a consultar", añade Baptista. La incontinencia de orina no se cura sola; como cualquier otra enfermedad, necesita un buen diagnóstico y tratamiento.
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