Una de las consecuencias de la pandemia del Covid-19 es el uso indiscriminado de mascarillas y gel desinfectante como medida de protección individual y colectiva. Todo parece indicar que las dos han venido para quedarse en la sociedad, al menos durante una larga temporada. Si a esta realidad le sumamos el calor estival, las consecuencias físicas para la piel pueden ser importantes.

Ante este hecho, especialistas de HM Hospitales piden usar habitualmente fotoprotector solar con la mascarilla y utilizar crema hidratante para evitar irritaciones a causa de la mascarilla y en las manos. También proponen el lavado habitual de manos con agua y jabón y que el hielo para manos tenga una base alcohólica de como mínimo el 60%. Y advierten que, ante cualquier problema con la piel, se acuda al dermatólogo.

SEGUIR USANDO FOTOPROTECTOR

La Doctora Raquel Novo, jefa del Servicio de Dermatología de los hospitales universitarios HM Puerta del Sur y HM Montepríncipe, ofrece más recomendaciones para mitigar los posibles problemas dermatológicos que puede derivar del uso del cubrecaras.

"Si esta mascarilla está homologada, filtra virus y rayos ultravioleta por el que protege también ante la luz solar, pero hay que tener en cuenta que no la llevamos puesta todo el día, por lo que el uso de fotoprotector sigue siendo necesario, especialmente en verano", indica Novo.

ELEGIR LA MASCARILLA ADECUADA

Una de las consideraciones a tener en cuenta es que estos objetos tienen varios efectos sobre la piel, como los roces. Otro factor importante es el tiempo que se lleve puesta. Cuanto más oclusiva es la mascarilla, mejor realiza su función, pero es más probable que produzca irritaciones al dorso nasal, las mejillas o detrás de las orejas. "Además, la oclusión durante mucho de tiempo, altera la piel favoreciendo los brotes de acné", según informa HM Hospitales este viernes en un comunicado.

Ante estas situaciones, la recomendación de la Dra. Novo va orientada hacia "elegir una mascarilla apropiada. La quirúrgica es válida para la población general, para ser utilizada en condiciones en que no se pueda mantener la distancia exigida. Las de tela son confortables, permiten introducir a su interior un filtro homologado y se pueden lavar diariamente. Siempre hay que proteger las zonas de roce, como la nariz y las mejillas, con cremas barrera y utilizar crema hidratante cada día. Finalmente, es recomendable retirarla durante 15 minutos manteniendo la distancia social cada tres horas de uso aproximado", dice Novo.

LAS CONSECUENCIAS DE UN MAL USO DEL GEL

Por otro lado, los problemas cutáneos que pueden asociarse al uso del gel desinfectante son muy diversos, puesto que se ha convertido en un elemento imprescindible en el día a día. De entrada, es necesario no olvidar que para que sean efectivos deben tener una base alcohólica de entre un 60% y 95%. Una de las consecuencias de este porcentaje es que en mayor o menor medida resecan la piel y provocan dermatitis irritantes en las manos.

"En realidad, lo más aconsejable es lo lavado de manos con agua y jabón, los geles o líquidos desinfectantes tienen que ser únicamente una alternativa cuando no hay la posibilidad de lavado. Entre la forma en gel o en líquido, siempre que se encuentren en concentración adecuada, no hay grandes variaciones en su eficacia", indica la dermatóloga.

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