Todo mito contiene cierta base real, aunque algunas veces esta pueda ser más o menos precisa. A menudo, la ficción se utiliza como canal para hacer llegar a la audiencia historias que, dentro del mundo fantástico que las enmarca, narran hechos terribles inspirados en situaciones certeras que ocurrieron en el pasado. Pueden resultar inverosímiles y el autor suele disfrazarlas con su creatividad para hacerlas únicas y originales; no obstante, es importante que lo que en ellas se explica sea conocido por el gran público. Un buen ejemplo es el proyecto teatral 200.000 Mujeres.

Se trata de una obra ambientada en el periodo comprendido entre los siglos XVI y XVII. El tema principal que en ella se trata no es otro que la brujería, de ahí su título, que refleja la sorprendente cifra de mujeres ejecutadas en Europa tras haber sido acusadas de dicha práctica.

CASO VERÍDICO

Situada en Cataluña e interpretada por una sola actriz, la producción reivindica un caso verídico y escalofriante que provocó la muerte injustificada de hasta 400 personas en territorio catalán, sobre todo debido al desconocimiento y a la ignorancia de la población. Cuando el ser humano se hallaba ante lo inexplicable, guiado por el miedo, sus semejantes terminaban por vincular a determinadas mujeres con el Diablo solo por estar relacionadas con alguna actividad que consideraban sospechosa, acciones que hoy en día no se considerarían extraordinarias. 

Como hemos mencionado anteriormente, el sufrimiento de esas mujeres es representado en el escenario por una artista, Anna Tamayo, quien también se ha encargado de coescribir la historia. La intérprete encarna a tres protagonistas distintas, la herborista Jaumeta, la comadrona, Joana, y también a una campesina llamada Felipa. Cada una plasma sus pensamientos y nos da a conocer su carácter a raíz de la acusación de brujería que pesa sobre ellas, haciéndonos partícipes de su tristeza y su frustración ante una injusticia de tal magnitud. Pese a no tener pruebas, en su momento, a nadie le tembló la mano para arrebatar vidas inocentes, en una sociedad incapaz de obtener respuestas. 

UN MONÓLOGO ÚNICO

El monólogo de 75 minutos de duración interpretado en castellano y catalán llega a la Sala Fénix, donde se escenificará hasta el domingo 20 de septiembre. Bajo la dirección de Ángela Palacios, quien comparte autoría con la protagonista, Anna Tamayo, se elaboró gracias a la documentación recopilada por Mercè Alegre, que fue clave para hacerla posible. Así pues, la producción no solo se enfoca a siglos anteriores sino que pretende manifestar el modo en que los sucesos han repercutido en la figura femenina ya que, como indican sus creadoras, actualmente vivimos en un mundo donde “La mujer debe cumplir el rol que se le asigna y es castigada si se sale de él”.

Podéis disfrutar de esta obra de miércoles a domingo a las 21:00 horas. Las entradas están disponibles en la web oficial de la Sala Fénix. ¡No esperéis más y corred a por ellas! Al fin volveremos a vivir en primera persona la magia del teatro.

Noticias relacionadas