La consejería de Salud investigará la misa celebrada este sábado en la Sagrada Familia y en la que asistieron casi 600 personas. En la ceremonia se ha beatificado a Joan Roig, fusilado por anarquistas a los 19 años en 1936, al inicio de la Guerra Civil, en Santa Coloma de Gramenet.

El departamento de la Generalitat ha alertado de que "este tipo de eventos masivos tienen un riesgo epidemiológico del todo injustificable dada la situación actual y, por tanto, se planteará reforzar las medidas de protección para que no vuelva a pasar".

El Govern abrirá un expediente al Arzobispado de Barcelona para investigar lo ocurrido y saber si se han respetado todas las medidas sanitarias y de movilidad en la ceremonia. El acto estaba autorizado pese a las restricciones sanitarias contra el coronavirus. Salud reacciona porque considera que ha habido una "gran movilidad que ha implicado el acto religioso".

LIBERTAD DE CULTO

El control se extenderá tanto al acto, que se ha celebrado con un tercio del aforo, con mascarilla obligatoria para los asistentes y gel hidroalcohólico, como a la organización del evento. Salud ha recordado que el decreto del estado de alarma no permite cerrar espacios religiosos sino solo reducir aforos, por respeto a la libertad de culto como derecho fundamental.

La CUP y los comuns habían criticado la celebración de este evento con cerca de 600 personas pese a las restricciones sanitarias, en sendos apuntes en Twitter este sábado

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