Urania coeli motus scrutatur et astra (El movimiento del cielo y las estrellas es observado por Urania), dice el verso de Ausonio, escrito bajo el relieve que corona la fachada central de la Casa Xifré. En él habitan dos dioses: sentado a la derecha, Saturno-Cronos (el Tiempo) sujeta una guadaña y se apoya sobre un reloj de arena; a la izquierda, Urania (la Ciencia) sostiene en la mano derecha un compás en alto, y en la otra, un catalejo. El conjunto forma un original reloj de sol en donde la Ciencia dialoga con el Tiempo, a través de los dos relojes: el de arena, y el de esfera, que marca las horas solares. El reloj de sol es un vertical circular, y se orienta hacia norte. Marca en números romanos desde las 12 a las 4 de la tarde. Y el gnomon, en forma de ángulo recto, es el compás que sujeta la Ciencia.
Hasta ahí, una de las lecturas, pero vamos a por la segunda: Saturno-Cronos simboliza el plomo y el caos alquímico; Urania, la medición de las proporciones y la observación de la naturaleza. Y justo detrás de la diosa aparece una esfera armilar, símbolo del atanor u horno de fusión alquímico. Todas estos elementos convierten este conjunto escultórico que corona la fachada en un símbolo más de la masonería.
HIZO FORTUNA EN CUBA
El propietario de este singular edificio, Josep Xifré, fue un famoso indiano catalán que amasó su fortuna en Cuba gracias al curtido de pieles y el comercio de azúcar y café. En 1831, decidió instalarse definitivamente en Barcelona. Adquirió gran parte de los terrenos del actual Paseo de Isabel II y edificó la casa Xifré. Al margen de los arcos en la planta baja, destaca por la cantidad de relieves en la fachada. Unos hacen referencia a las ‘indias’, como los rostros esculpidos de los conquistadores y navegantes (Colón, Elcano, Magallanes, Pizarro...) o los indígenas; otros tienen un significado particular claramente vinculado a la masonería y se unen a otros elementos de la fachada, con un objetivo claro por parte de Xifré, del que se sospecha que estaba relacionado, directa o indirectamente, con la masonería: transmitir la obra alquímica.
Curiosidad: El día 10 de noviembre de 1839 este edificio fue el primero en ser fotografiado en España junto a la Lonja, lo que fue un acontecimiento en la ciudad ya que se solicitó la colaboración ciudadana para realizar la toma; sin embargo no se conserva el daguerrotipo original.
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