En la confluencia entre la Vía Laietana y la calle Jaume I se encuentra la plaça de l’Àngel, un espacio amable en su conjunto, pero considerado de arquitectura dura por la preponderancia de asfalto y piedra en ella. Fue nombrada plaça de l’Àngel en 1864. Antes de ese cambio de nomenclatura se había denominado Corretger, Blat o Cabrit, nombres que recuerdan la trascendencia del comercio en el lugar siglos atrás. En la actualidad es un sitio de paso para los turistas.

Vista de la Plaça de l´Àngel /  PABLO MIRANZO



Durante los siglos XVIII y XIX hubo una pirámide de mármol en cuya cúspide se situaba un ángel que señalaba una imagen de Santa Eulàlia ubicada sobre la Puerta Mayor, como recuerdo de un legendario suceso que tuvo al ángel como protagonista al levantar los pesados restos de la mártir para ser llevados a la catedral. Ya en el siglo XIX se reunía el somatén cuando era llamado en situaciones de emergencia.

 

Durante los hechos de mayo de 1937 se produjeron las detenciones de los anarquistas Camilo Berneri y Francesco Barbieri en el número 2 de la plaza, cuyos cadáveres aparecieron no muy lejos, sin haberse aclarado nunca la autoría del crimen.

 

Gente camina delante del escaparate de la pastelería Colmena en la Plaça de l´Àngel  / PABLO MIRANZO



En esta plaza tuvo abierta su librería y taller la Casa Piferrer, la más importante imprenta barcelonesa del siglo XVIII, cuya extensa y excelente producción fue estudiada por los historiadores Javier Burgos y Manuel Peña. En su edificio, hoy día podemos encontrar otros negocios como la Colmena, una de las pastelerías más antiguas de la ciudad, o el Hotel Suizo.

 

El Hotel Suizo situado en la Plaça de l'Àngel / PABLO MIRANZO



El Hotel Suizo situado en la Plaça de l'Àngel  / PABLO MIRANZO

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