El atletismo barcelonés está de celebración por el centenario de una de sus pruebas más populares: la cursa Jean Bouin, que se organizó por primera vez en 1920 y que lleva el nombre de un mítico corredor francés fallecido en la Primera Guerra Mundial. Después de un siglo de historia, la carrera vigente más antigua de Barcelona (y la segunda más antigua de España) ha sido testigo del sinfín de cambios que ha experimentado la ciudad. Durante los primeros años se disputó entre Esplugues de Llobregat y el parque de la Ciutadella. Pero en 1972 la trasladaron a Montjuïc para evitar el tráfico. Además, la guerra civil obligó a cancelarla entre 1936 y 1939, por lo que la de 2020 será la edición 97.
Un aniversario que llega, además, en plena pandemia del Covid-19. La Jean Bouin del centenario se hará el próximo 20 de diciembre, aunque en un formato muy distinto al que es habitual. Y es que las limitaciones sanitarias y de aforo lo hacen inviable. Así que, para esta vez, está prevista una Milla Atlética de 1,609 kilómetros, que se disputará en el Estadi Olímpic Lluís Companys, el escenario que acogió los Juegos Olímpicos de 1992. Serán un millar de corredores entre los que no estarán Miquel Pucurull ni Mireia Suñé, dos de los atletas que han logrado imprimir su nombre junto al de la cursa popular por excelencia.
PUCURULL, ESTRELLA DEL ATLETISMO POPULAR
Miquel Pucurull se estrenó como un amateur en la Jean Bouin de 1979, tras las recomendaciones de su médico para que hiciese deporte y perdiera peso. “Más de 80 kilos midiendo 1,70… El doctor me dijo que tenía que hacer algo”, explica a Metrópoli Abierta. Adelgazó de golpe. Y desde entonces ha participado en más de 30 ediciones de la cursa. A sus 82 años, si alguna vez no se ha inscrito es porque ha estado lesionado. “Las he corrido casi todas. Las primeras open que hice eran de 3,5 kilómetros. A partir de 1989 ya fueron de 10 kilómetros. El primer año completé el recorrido en tan solo 40 minutos, ha sido mi mejor marca. Tenía 50 años”, recuerda.
“Antes éramos muy pocos. De memoria te diría que menos de 300. Ni punto de comparación con toda la gente que corre ahora”, explica. Efectivamente, el número de participantes de la Jean Bouin no ha dejado de crecer y, en las ediciones de los últimos años, el máximo de admisiones ha sido de 14.000 competidores. Unas cifras que no se podrán repetir en 2020. Ni él mismo estará en la cursa, aunque espera poder apuntarse a la de 2021.
Entrena seis días a la semana y libra uno, ha competido también en el Maratón de Barcelona en más de 30 ocasiones –avanza que el de 2021 será el último de su trayectoria, con 83 años recién cumplidos– y ha participado incluso en los de Londres y Nueva York. Este último lo hizo junto a su mujer, la igualmente atleta popular Felicitat Caldentey. Como él, su esposa sale a correr diariamente. Ambos aparecen, codo con codo, en una fotografía de la primera Jean Bouin de Pucurull, en 1979. Él es el del uniforme azul y la barba frondosa, a la derecha. Ella, la que está a su lado con la camiseta roja.
SUÑÉ, PODIO EN 2019
Tan solo tres mujeres salen en una foto monopolizada por atletas masculinos. Ha llovido mucho desde entonces, y la participación femenina en las cursas de este tipo es cada vez mayor. “El porcentaje de mujeres no deja de crecer. Afortunadamente tenemos cada vez más visibilidad”, celebra Mireia Suñé. Tiene 25 años y empezó a competir a los cinco. En 2019 quedó tercera en la Jean Bouin de su modalidad, pero este año no podrá correr por culpa del coronavirus.
“Hasta que la situación sanitaria no mejore no competiré”, se excusa la corredora del FC Barcelona. Una decisión complicada porque este podría haber sido su gran año. Suñé lamenta que el confinamiento llegó cuando estaba en su mejor estado de forma y que durante meses le resultó casi imposible continuar ejercitándose: “Lo pasé fatal, estuve aislada en la montaña. En casa tengo una cinta, pero ahí no. Solo podía entrenar en el parking… Lo más duro fue mentalmente, pensaba que lo perdería todo”.
Podio en la cursa del Barça y tricampeona en la carrera Fita 973 que organiza cada año Marc Márquez en Cervera, la corredora fue ganadora también en los All Conference de Carolina del Norte (EEUU), cuando estudiaba Ciencias de la Actividad Física y el Deporte en la universidad de Mount Olive. Copas y medallas que espera volver a ganar cuando la crisis sanitaria remita: “Ahora organizan muy pocas carreras, con salidas graduadas… cuando todo esto pase, volveré”.
Que sea pronto, desea. Para poder regresar a la Jean Bouin de 2021 como hará también Miquel Pucurull, en una carrera centenaria que ya es parte de la historia de Barcelona.