Arrancan unas de las rebajas más gélidas y desoladoras de la historia del comercio en Barcelona. El primer día de descuentos de la temporada de invierno ha dejado una sensación de incertidumbre y pesimismo generalizada entre el sector. 

Las nuevas restricciones, impuestas por el Govern para contener la tercera ola del coronavirus, han hecho que el consumismo se desinfle en la capital catalana. Los grandes descuentos no han servido como reclamo, en la ciudad condal se han podido ver escasas colas y pocos negocios abiertos, a diferencia de las grandes aglomeraciones que se han producido en el centro de la ciudad durante los días de Navidad. 

POCOS COMERCIOS ABIERTOS

Zara, Mango, H&M y Uniqlo han bajado la persiana frente a las nuevas limitaciones. Los grandes comercios han apostado por la venta online y no han adaptado sus establecimientos a los 400 metros cuadrados permitidos. Algunos, como Mango, han optado por la recogida en tienda y otros han habilitado teléfonos de contacto para el e-commerce y espacios para cambios y devoluciones. 

Tal y como se puede ver en las fotografías recopiladas por Metrópoli Abierta, muy pocos comercios han decidido abrir con las limitaciones impuestas por la Generalitat. Tampoco ha habido congestión de viandantes en las principales vías comerciales, tal y como solía pasar en las rebajas previas al covid-19.  Asimismo, las bajas temperaturas no han ayudado a incentivar las ventas, Barcelona vive un episodio de frío intenso que no invita a sus residentes a salir a la calle. 

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