En la plaza de Joan Amades, casi en la esquina de calle Agustí Duran i Sanpere, se encuentra la Font del Carme, adosada a la pared de la escuela Milà i Fontanals, levantada por Josep Goday en el solar que ocupaba el viejo convento de las Mínimas de la calle del Carme. Las obras duraron cerca de doce años, y la escuela y la fuente, de estilo noucentista, se inauguraron el 29 de marzo de 1931.
A diferencia de otras creaciones de Goday, en las que predominaban los azulejos, esta fuente original estaba elaborada con piedra de Montjuïc y enmarcada en una pared decorada con la representación de la Mare de Déu del Carme. Pero la fuente quedó destrozada en la Guerra Civil, durante el bombardeo de las tropas de Mussolini del 17 de marzo de 1938. Las pocas piezas que quedaron intactas se conservaron en un almacén municipal que se utilizaron para su reconstrucción posterior. La apertura de la calle dedicada al historiador Agustí Duran i Sanpere obligó a desmontar la instalación, que se volvió a reponer en el año 2003, integrada en la estructura del colegio y con una placa conmemorativa del bombardeo.
EL NIÑO Y LA CARACOLA
Los elementos decorativos más destacados de la versión actual son los tres mascarones característicos de las fuentes antiguas. Bajo las dos caras, situadas en los extremos, dos grifos han sustituido los tubos de los que antiguamente brotaba el agua de manera continua. Un niño regordete, que hace sonar una caracola, corona la fuente entre dos jarrones en forma de cuerno del que emanan diferentes tipos de frutas. Más abajo, sobre los mascarones, revolotean unos pájaros, ¿palomas, tal vez?
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