Entre la calle dels Banys Nous y la plaza de Sant Jaume descubrimos la que fue vía principal del barrio judío de Barcelona: la calle del Call. Sus inicios se encuentran en la Barcelona romana, en el que este call (pasadizo estrecho en catalán), conducía desde donde estaban los templos y los edificios públicos, hasta uno de los portales de la ciudad. En ese entorno privilegiado se estableció, en época medieval, parte de la comunidad judía en Barcelona. En las casas y talleres de esta calle ejercían plateros, vendedores de tapices y ropa fina, médicos, prestamistas. Este ambiente profesional y comercial hizo que el Call se convirtiese en un lugar de paso y de referencia obligada en la ciudad.
Uno de los hechos más significativos y deplorables acaecidos en esta calle fue el que se produjo el 5 de diciembre de 1391, en un contexto de represión antijudía en Cataluña. Sucedió cuando unos emisarios venidos de Sevilla y Valencia provocaron una matanza en el barrio judío de Barcelona, con el propósito de saquear las posesiones de los judíos, lo que derivó en un centenar de personas pasadas a cuchillo esa misma noche y trescientas en días posteriores.
En esta calle sucedieron otros acontecimientos dignos de ser destacados por su trascendencia cultural. Se cuenta que el inventor de esa danza y cante internacional que es la jota, Ben Jot, era natural del Call. Pero entre todas las noticias, es la visita que Cervantes debió realizar a la imprenta de Sebastián Cormellas, sita en el número 14, y de la que dio buena cuenta en un episodio de la segunda parte del Quijote.