La originalidad de TikTok no tiene límites. Cada vez son más los barceloneses que se atreven a innovar en la red social del momento, con originales personajes, coreografías o incluso con grabaciones en sorprendentes espacios. En la Dreta de l’Eixample, Rustem Iqbal, el propietario de un pequeño supermercado, se adentró en la fama del mundo tiktoker "casi sin darse cuenta". 

Después de seis años trabajando en Pim Pam –nombre del establecimiento–, una vecina de confianza, Nadia, decidió animar a Rustem a probar a hacer vídeos en sus pasillos. "Hay muchos vídeos en la plataforma en los que los usuarios se graban en supermercados, me pidieron utilizar el mío de escenario y al final mis vecinas me convencieron para que yo también apareciese", cuenta el vendedor. 

SALTO A LA FAMA

“Triunfé en TikTok desde el primer día, al subir el primer vídeo de golpe ya tenía 1.000 seguidores”, recuerda Rustem. El encargado, que reconoce que las redes sociales “nunca habían sido su fuerte”, empezó a utilizar la plataforma con “unos conocimientos muy básicos” que fueron suficientes para “saltar a la fama”.

El propietario de Pim Pam, ubicado en el número 181 de la calle Girona, asegura que “no se complica”. No suele utilizar ni hashtags ni filtros y lo más importante de sus clips son los clientes. “En cada vídeo hay un protagonista distinto y de vez en cuando las ideas son de mis propios seguidores”, explica.

DENUNCIA SOCIAL

Al adentrarse en el mundo de las redes sociales, Rustem descubrió su función de “altavoz” y decidió utilizarlo para hacer “pequeñas denuncias sociales”. No obstante, el vendedor asegura que lo hace “con precaución para no ofender a nadie”.

A pesar de reivindicar “situaciones injustas de su vida cotidiana”, todos sus vídeos tienen “el toque de humor” que le convierte en un usuario viral en la aplicación china. El vendedor se alegra de haber encontrado “una manera de compartir sus inquietudes” con la que “se puede llegar a tanta gente”.

Rustem posa en la puerta del supermercado Pim Pam / METRÓPOLI



REFLEJAR EXPERIENCIAS

Al entrar en el perfil de Iqbal sus seguidores se trasladan al “día a día” del vendedor en su tienda –aunque “exagerando en algunos aspectos”, confiesa–. Normalmente, en sus publicaciones refleja cómo los compradores "se la intentan colar en la vida real".

Los billetes falsos, los intentos de robo y los céntimos que faltan por pagar son algunos de los pilares de sus escenas. “El vídeo más viral es uno en el que en lugar de devolverle cambio en efectivo lo devuelvo en caramelos”, cuenta Rustem. Actualmente, gracias a los momentos "graciosos” –aunque a la vez “algo molestos” de su cotidianeidad– su cuenta acumula 8,2 millones de ‘me gusta’ en sus publicaciones y 342.000 seguidores.

LA MAGIA DEL DIRECTO

El dueño del súper cuenta que, más allá del éxito de los vídeos, lo que más le gusta de la red social son los directos. “Me puedo estar hasta dos horas contestando preguntas de mis seguidores”, confiesa. Las inquietudes de sus fans –que son mayoritariamente adolescentes– van desde cómo robar en su súper hasta cómo “pueden montar un negocio” igual que el suyo.

Otra de las grandes dudas de los seguidores de Rustem es de dónde vienen los números de su usuario (@rustem6646). “Al llegar a Barcelona me compré una tarjeta SIM y los primeros números eran 6646”, explica. Desde entonces, esta combinación numérica “le define” y la utiliza para todo.

Además, las emisiones en vivo le hacen “ganar más seguidores” que las publicaciones. “La gente ve que soy simpático, que se puede hablar conmigo y se pueden divertir y se animan a ver mi contenido”, explica. No obstante, “a diferencia de lo que muchos creen”, ni los directos ni los vídeos le aportan grandes ingresos

El súper Pim Pam, donde se graban vídeos virales en TikTok / METRÓPOLI



MÉTODO DE ENTRETENIMIENTO

“En un año he ganado 1.000 euros”, revela Rustem. Según el vendedor, nunca recomendaría TikTok "como un trabajo" y en su caso no lo considera una herramienta “para ganar dinero”. Para él, la aplicación es un “método de entretenimiento” que confiesa que le “salvó” el aburrimiento en los “meses de poco trabajo” por la crisis del coronavirus.

Ahora, el propietario celebra que “cada vez hay más movimiento en la tienda” y asegura que priorizará “dedicar su tiempo a la tienda” pese a su fama en la red social. “A veces es una gran distracción”, confiesa. No obstante, Iqbal cree que podrá “combinar ambas cosas”, aunque cada vez “será más complicado” con la vuelta de la normalidad.

ADMIRACIÓN POR BARCELONA

Rustem agradece "haber conseguido este reconocimiento" en Barcelona. El trabajador reitera que “es una ciudad que admira” y la volvería a escoger para vivir "sin dudarlo". Su súper, ubicado cerca del emblemático paseo de Sant Joan y otros atractivos turísticos, le permite “descubrir cada día más” la capital catalana que, desde su llegada hace ya diez años desde Paquistán, “le acogió de la mejor manera posible”.

"Ahora me he integrado todavía más entre los barceloneses porque cada día conozco a alguien nuevo”, explica con alegría. Ante el comienzo de un verano que llega con la recuperación del turismo, la popularidad del supermercado más famoso de Barcelona podría expandirse a otras ciudades de todo el mundo gracias a los turistas "más curiosos". No obstante, Iqbal espera seguir recibiendo visitas de sus fanáticos "de siempre" que le "animan" la jornada laboral tanto a él como a su hermano, Qasem, que a pesar de no aparecer en pantalla es "su mano derecha" para grabar todo el contenido. 

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