El pasado domingo, en torno a las 15:10 horas –hora local–, el volcán de Cumbre Vieja comenzó a escupir lava y ceniza tras cincuenta años apagado. La estructura de la isla de La Palma liberó una nube que contaba con gases con compuestos químicos que, al entrar en contacto con el aire, podrían provocar una lluvia ácida.
"LLUVIA" DE AZUFRE
La erupción del volcán emite entre 7.997 y 10.665 toneladas diarias de dióxido de azufre (SO2) a la atmósfera, según datos del Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan). Ahora, según algunos modelos predictivos, parte del dióxido de azufre (AO2) podría alcanzar múltiples puntos de la península y baleares.
ENTRE EL JUEVES Y EL VIERNES
Las primeras partículas podrían llegar a Barcelona este miércoles por la tarde pero, según los modelos predictivos, entre el jueves y el viernes alcanzarían el máximo previsto.
En caso de llegar, las precipitaciones serían algo más ácidas por el cambio en el pH del agua. Según recuerdan los expertos, la “lluvia ácida” no se podrá ver en la superficie y no es dañina para el ser humano.
"MANTENER LA PRUDENCIA"
El Gobierno ha pedido "mantener la prudencia" a todos los habitantes de La Palma y ha anunciado que "todos" los departamentos están ya "dando pasos" para activar distintas acciones para ayudar a los afectados por la erupción volcánica, con la que muestra "todo el compromiso".
Así lo aseguró este martes la ministra portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros en la que señaló que algunas de las medidas tendrán que pasar por el acuerdo del Ejecutivo.
DAÑOS
En todo caso, la ministra indicó que de momento el Gobierno no tiene "valoración de los daños causados ni una estimación de la duración de la erupción" y advirtió que cuando la colada de lava llegue al mar se producirán liberaciones de gases a las que tendrán que "atender".
Si bien, Rodríguez informó del balance de daños que ya se han cuantificado. La representante del Gobierno precisó que hasta la fecha se ha evacuado a 6.000 personas, 50 de ellas de movilidad reducida; que 183 casas han resultado afectadas así como otras 200 infraestructuras, tales como piscinas o canchas de tenis. También confirmó que no se ha producido "ningún" daño personal hasta este momento.